Los boletos que vendía la empresa La Amistad, con los viajes frecuentes que realizaba de Acuña a San Pedro, no contaban con seguro para viajero, por ser uno de los servicios de autobuses más económicos entre los municipios de Acuña y San Pedro.
Para Marlene Bernarda Carrera Rivera de 24 años de edad, estas vacaciones de Semana Santa serían diferentes. Compró sus boletos con anticipación para un viaje con sus tres hijos, Matías de 2 años de edad, Cristian de 4 años y la pequeña Angy, de un mes de nacida.
La vida le cambió en un abrir y cerrar de ojos, al momento de la volcadura iban dormidos, y cuando despertaron ya estaban con todas las cosas encima del autobús y personas pidiendo auxilio, no sabían lo qué estaba pasando.
Marlene por más que intentó moverse una y otra vez, no podía, su pelvis, estaba fracturada, y lo peor, que su pequeña bebé Angy, había muerto en el lugar del accidente.
Milagrosamente sus hijos varones salieron ilesos, sus abuelos paternos arribaron de inmediato a Monclova, los recogieron y se los llevaron a San Pedro, para que su otra abuelita pudiera estar con su mamá.
El estado de Marlene se reporta como grave, pues pasó más de ocho horas sin atención médica y todo porque no contaba con Seguro Social.
MÁS DE OCHO HORAS SIN ATENCIÓN MÉDICA
Cegados por la impotencia, nadie les respondía por el accidente y estaban desesperados porque no les brindaban la atención médica en la clínica 7.
El estado de salud de los lesionados es crítico y empezaron a empeorar ayer por la tarde; los lamentos de las personas se escuchaban por todo el pasillo de la sala de Urgencias.
“El trato del personal es muy déspota, nosotros venimos desde San Pedro, no conocemos a nadie, ningún médico nos dice el estado de salud de nuestros pacientes, nos sacan del área donde están internados, andamos todo el día sin comer y nadie se acercó para apoyarnos”, dijo la señora Cecilia.
EL SILENCIO NOS ESTÁ MATANDO
Familiares, mostraron su inconformidad ante los malos tratos que recibieron por parte del personal del IMSS.
Selene Rivera, dijo que desde que su hija ingresó al nosocomio y pasadas de las cinco de la tarde el doctor nunca fue a revisarla y ella se estaba quejando de los golpes con los que terminó y su estado de salud empezó a agravarse.
