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Coahuila

Nadie soluciona problema a Clarita

Por Alondra Chavira - 17 mayo, 2019 - 10:44 p.m.
Nadie soluciona problema a ClaritaSigue Doña Clara sin poder dormir en su cama.

FRONTERA COAH.-Sigue doña Clarita fuera de su hogar, sin poder dormir en su cama y con problemas del corazón por culpa de 13 mujeres que no quieren pagar sus deudas las que fueron cobradas con su casa.

Se cumplen dos meses y medio desde que María Clara Zamora Olvera de 74 años fue despojada de su hogar por que su hija María Elena Limón quien junto a 13 mujeres más pidieron un préstamo a la financiera Pro Apoyo quien llegó de la noche a la mañana a sacar todas la pertenencias de Doña Clarita a la calle.

Su hija Elena fue quien relató que las mujeres que se decían sus amigas no se han dignado a pagar a la financiera, y aunque en momentos parecen decididas a dar el monto que les toca, al final se arrepienten, no asisten a las reuniones, o no abren ni la puerta.

María Elena Limón, hija de Doña Clarita.

Dijo que hace una semana llegó un nuevo licenciado a ofrecer un convenio de 50 mil pesos que debía ser pagado el pasado viernes para que Doña Clara pudiera entrar a la casa, pero se debían de comprometer para que de dos meses se liquidaran 150 mil pesos, de lo contrario de nuevo se desalojaría a la señora y los 50 mil pesos quedarían perdidos junto con la casa.

Aunque el caso sigue en juicio Doña Clara sigue durmiendo en casa de su hija, con complicaciones en el corazón y en las vías respiratorias, hay que comprar algunos medicamentos y “o se pagan los medicamentos y consultas o pagamos los servicios de la casa”.

Mencionó que al momento se quedaron sin agua por falta de pago, pues se debían más de dos mil pesos de recargos.

“Ahora me tengo que mover para ver quien me ayuda a pagar el agua, pronto llegará el recibo de la luz y no falta que mamá se ponga mal, hay que correr de nuevo al hospital con medicinas” mencionó.

Finalmente señaló que espera que quienes se decían sus amigas se pongan el corazón en la mano y comiencen a actuar para poder solventar una deuda que es de todas, no solo de ella, o de su mamá que no tiene “vela en ese entierro”.

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