El InSight se posó el 26 de noviembre en una zona plana de Marteconocida como Elysium Planitia, un área considerada por los expertos como relativamente segura para un aterrizaje sin incidentes.
A diferencia de otras misiones de la NASA protagonizadas por robots que se desplazaban sobre Marte, este módulo espacial lleva a cabo su misión desde un punto fijo.
El objetivo de este proyecto -que está previsto que dure dos años- es estudiar específicamente el interior y la composición del planeta rojo.
Para llegar hasta "el corazón" de Marte, el InSight cuenta, entre otros instrumentos, con un sismógrafo y una sonda que pueden medir la actividad y la temperatura internas del planeta, respectivamente.