El gen de violencia y el entorno social en el que se desenvuelven las personas influye en el desarrollo de su personalidad
La violencia de una persona son rasgos que se muestran desde edades muy tempranas, en las que se considera como un “berrinche”, sin embargo conforme pasa el tiempo estas continúan mostrándose e intensificándose, lo que podría ser el reflejo de un trastorno, una enfermedad, incluso el llamado de alerta de una persona psicópata.
El psicópata es una persona con una imposibilidad de empatizar y sentir remordimiento ante cualquier tipo de situación que normalmente lo provocaría, ven al resto de las personas como si fueran objetos y las utilizan únicamente para lograr sus objetivos.
Sin embargo, existe la duda si las personas que tienen estas conductas nacen o se hacen, si es el entorno lo que vuelve a las personas agresivas y lo llevan a cometer este tipo de delitos en la sociedad.
En la ciudad de Monclova se registró el caso de Javier “N”, conocido como “El demonio”, que a la edad de 13 años asesinó a su novia, “Dianita” de 11 años de edad de 30 puñaladas, sin demostrar un solo signo de remordimiento y quien durante esta semana fue detenido por las autoridades al estar fuera de su hogar, drogado, con un arma blanca y que atacó al policía que lo detuvo.
De acuerdo al psiquiatra Heliodoro Valdez Martínez, un psicópata es una persona violenta, son los asesinos seriales, quienes sienten placer al ver sufrir a los demás, son personas que cometen un agravio serio y no sienten ningún tipo de arrepentimiento.
Señaló que este es un trastorno genético que se debe a un daño en el área del lóbulo temporal del cerebro, donde se controlan los sentimientos como el afecto, la ira, por lo que no se tiene un control de las emociones.
“El humano es naturalmente agresivo, pero posee neuronas especializadas en identificar señales para reprimirse, inhibidores que funcionan siempre y cuando el atacante no esté trastornado”.
Mencionó que sin duda el entorno social en el que se desenvuelven las personas influye en el desarrollo de la personalidad, pero aquellas personas que presentan esta condición, están predispuestas desde su nacimiento a tener estas conductas violentas.
El galeno comentó que las personas que sufren de este trastorno pueden dar muestras desde temprana edad, menores de 3 o 4 años agresivos, y no es por falta de disciplina sino porque presentan un daño cerebral.
Dijo que lamentablemente no hay una cura para estos casos, solamente se pueden suministrar medicamentos para controlar los períodos de agresividad y aminorar el daño, pero dijo que siempre está el riesgo de que tengan episodios violentos, en los que puede provocar como en este caso la muerte de una persona.
“El aspecto genético no se modifica, solo se aminora el estado (de violencia) con el uso de ciertos fármacos, y con el uso de psicoterapia profunda para buscar la ayuda”.
De acuerdo a estadísticas la población con este problema oscila entre el 1 y el 3 por ciento de la población, sin embargo reconoció que es un problema de salud pública muy delicado que se debe atender.
SE DEBEN ESTABLECER REGLAS DESDE TEMPRANA EDAD
Los problemas de los menores siempre se reflejan en la conducta en casa, en la escuela o con amigos, en donde se ve si cumplen con las reglas establecidas, o cuentan con algún problema.
El representante de la Secretaría de Educación en la región Centro y especialista en la conducta señaló que estos problemas se ven cuando un menor no hace tareas, no hace caso a su maestro, se vuela clases, no llega temprano, no le hace caso a sus papás, no apoya en las actividades del hogar o bien se involucra en actividades que no van con su edad.
Estos factores son muestras de un desajuste en los menores, que existen problemas en la conducta que se pueden atender o bien que se podrían intensificar en caso de que no se tomen medidas al respecto.
Mencionó que a partir de los 6 años de edad, los padres de familia deben fortalecer las normas sociales, enseñar lo que se puede hacer y lo que no, ya que al no llevar a cabo estas acciones comienzan a generarse los conflictos sociales y emocionales.
Félix Alejandro Rodríguez Ramos indicó que los problemas de conducta dentro del sector educativo no son alarmantes, pero reconoció que se tiene casos de menores que incumplen con las normas sociales.
Señaló que los problemas que se presentan en los jóvenes como drogadicción, alcoholismo, embarazos a temprana edad, violencia, se debe a que experimentan conductas y situaciones que influyen en su desarrollo, ya que la educación se da con transmisión sensorial, por lo que cualquier información que llegue a ellos es un proceso de información que se convertirá en pensamiento.
EL 10% DE DETENIDOS SON MENORES
l - De manera habitual elementos de Seguridad Pública detienen a menores de edad infringiendo la ley, representando el 10 por ciento de los detenidos que ingresan a las celdas y de estos, el 10 por ciento es consignado al Ministerio Público.
Cada vez es más frecuente la detención de menores que participan en riñas, que agreden a otro con arma blanca, drogándose, robo, siendo estos los principales delitos por los que se remiten a las celdas.
El director de Seguridad Pública en Monclova informó que se detiene a los menores de edad en un porcentaje de 10 a 1, es decir por cada 10 detenidos uno es menor, los cuales oscilan en los 13 y 16 años de edad.
Los problemas con adolescentes se presentan principalmente en colonias de las periferias, como la colonia Del Río, Chinameca, Hipódromo, Misiones, Campanario, Colinas de Santiago, Miravalles, Independencia y San Salvador, en donde el factor social lleva a estos tipos de incidentes.
El humano es naturalmente agresivo, pero posee neuronas especializadas en identificar señales para reprimirse, inhibidores que funcionan siempre y cuando el atacante no esté trastornado”.
Heliodoro Valdez Martínez
Psiquiatra
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