El exceso de peso provoca que los niños tengan enfermedades de adultos que independiente de los daños físicos que esto representa, generan baja auto estima y estado de depresión; la mejor estrategia para combatirlo es una alimentación adecuada y realización de ejercicio físico.
El jefe del departamento de Pediatría del Hospital General de Zona (HGZ) No. 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Alejandro Santoyo Pérez, menciona que la obesidad infantil es una enfermedad que afecta a niños y adolescentes y llegan a padecer diabetes II, hipertensión, cálculos renales y colesterol alto, que antes eran normales solo en adultos.
El médico recomienda que si el infante aumenta de peso, este debe ser llevado a consulta médica donde se considerarán sus antecedentes de crecimiento y desarrollo, así como los familiares en relación con el peso y a estatura para determinar si se encuentra en un rango saludable o requiere atención especial.
Entre las causas principales se encuentran las relacionadas con el estilo de vida, es decir, alimentarse con exceso de calorías y no tener actividad física, así como las genéticas y hormonales que también tienen un papel importante.
La obesidad en un niño trae complicaciones físicas, además de las antes señaladas, síndrome metabólico, trastornos de sueño, enfermedad de hígado graso y fractura de hueso, baja autoestima, depresión, problemas de comportamiento y de aprendizaje.
Entre las medidas preventivas se sugiere limitar o evitar por completo las bebidas azucaradas, aumentar el consumo de frutas y verduras, limitar la cantidad de alimento que se ingiere fuera de casa, reducir las horas frente a la televisión, computadoras o videojuegos e incorporar la práctica de deporte.
Es importante mantener a los niños en regular atención médica, se estima que con una visita cada año a su médico se logrará llevar un control adecuado de su salud.
El especialista Santoyo Pérez califica de preocupante la tendencia de los niños a desarrollar problemas cardiovasculares que pueden desembocar en ataques al corazón o al cerebro a edades inusualmente tempranas.
