La violaba con amenazas de muerte, rechazó vivir una relación sentimental.
Yo no quería matarlo, solamente me defendí, estaba cansada de sus agresiones, sus amenazas, en realidad tenía miedo que un día nos hiciera algo”, declaró ayer ante el Juez Milka M. acusada del homicidio del taxista Jesús Guel Tobías, quien pese alegar legítima defensa, fue trasladada al penal provisional mientras se celebra el jueves la próxima audiencia.
La mujer con la cabeza abajo, nerviosa y en ocasiones llorando, aseguró que bajo amenazas de muerte fue violada y golpeada en varias ocasiones, hasta la última vez cuando en legítima defensa le clavó un cuchillo en el pecho a su agresor y salió huyendo de unas tapias de la Colonia Santa Cecilia.
A las 10 de la mañana de ese sábado, la puerta de la sala 5 del Centro de Justicia Penal de Frontera se abrió para iniciar el proceso contra Milka M, que asegura ser víctima de los bajos instintos, amenazas y abusos del taxista.
La mujer se sentó por primera vez en el banquillo de los acusados, portaba blusa azul, pantalón de mezclilla y un cabello desaliñado. A su lado Baltazar Rico Almanza, su abogado asesorándola con la encomienda de demostrar que el crimen fue en defensa propia.
Luego de dos horas de receso, a la una de la tarde con el sonido del mallete, finalmente Milka M. pidió pasar al banquillo de los testigos para dar su versión de los hechos. Se dijo víctima de chantaje, golpes y violación. Y afirmó que el taxista presumía protección de las autoridades por sus antiguos nexos con delincuentes.
Según su relato, el tormento comenzó el pasado 14 de febrero del 2017, cuando Guel Tobías llegó a su casa para decirle que su esposo le era infiel, incluso la llevó en su vehículo hasta el tráiler de su marido donde sostenía relaciones con otra mujer.
Por este motivo se separó de su esposo y el taxista Guel Tobías continuó mandándole mensajes al día siguiente con insinuaciones obscenas.
“Conocía a Guel Tobías desde niño, era amigo de mis hermanos, y después de revelarme la infidelidad de mi esposo comenzó a insistir en que tuvieramos relaciones íntimas”.
El rechazo provocó que Guel Tobías la amenazara a diario con mensajes de texto donde le decía que por las buenas o por las malas iba a ser suya, que accediera por las buenas o de lo contrario la mataría o a uno de sus hijos.
Relató que a Guel Tobías, todos lo conocen en la Colonia Santa Cecilia por su relación con delincuentes, incluso mató a alguien y el crimen quedó impune, eso lo hacía presumir que la autoridad no le hacía nada ya que tenía protección de la Policía Municipal de Castaños y de la investigadora.
Las amenazas fueron subiendo de tono y temiendo por la vida de sus hijos accedió a verlo la primera ocasión, el 5 de abril donde la golpeó con un bloque en la cabeza y la violó.
“Me amenazó que si decía algo nadie me iba a creer y después me mataría”, explicó.
Al menos en dos ocasiones se repitió la misma situación, por ello decidió guardar en su bolsa un desarmador que no se atrevió a utilizar.
La noche del 24 de abril, Jesús le llamó en diferentes ocasiones, la amenazó y le dijo que la veía en unas tapias de la colonia, de lo contrario ella o alguno de sus hijos no despertaría al día siguiente.
Aseguró que tomó un cuchillo de la cocina y lo guardó en su bolsa para defenderse, pero llegando al lugar, el sujeto comenzó a golpearla.
“Intenté apuñalarlo para tratar de defenderme de la agresión y escapar”.
La mujer declaró que se regresó a su casa y llamó a su esposo, quien de inmediato llegó a su antiguo hogar, posteriormente vio la escena del crimen y le recomendó entregarse, así que fueron a Seguridad Pública.
“Yo no quería matarlo, solamente quería defenderme, estaba cansado de sus amenazas, ya no quería vivir con el miedo de un día no amanecer”, recalcó entre lágrimas.
La mujer decidió no declarar más, es por ello que su defensa solicitó la duplicidad del término para retomar la audiencia el próximo jueves a las 12 del mediodía, donde presuntamente aportarán pruebas que se trató de un homicidio en legítima defensa.
Por solicitud del Ministerio Público, Milka fue trasladada a las celdas del penal provisional de la región, donde permanecerá internada hasta el próximo jueves que se retome el proceso legal en su contra.
