Una mujer de 23 años de edad pagó con creces su gusto de ponerse un tatuaje, y es que su pareja enfureció al ver lo que había hecho y le puso una plancha de ropa caliente en la imagen que se había dibujado, lo que la mandó hasta el hospital, caso que es ya atendido por la Instancia de la Mujer.
Anabel Fruto, regidora de la Instancia de la Mujer en este municipio dio a conocer que aún hay mujeres que son violentadas por sus parejas, pero estas se niegan a proceder de manera legal en contra de ellos.
Indicó que recientemente tuvieron un caso de una joven de tan solo 23 años de edad, quien tiene tres hijos y vive en concubinato, decidió ponerse un tatuaje en su cuerpo, pero a su pareja no le pareció ni a la madre de ella.
Por lo que la mamá le reclamó a la hija, lo que hizo que la pareja de ella se enfureciera y le quemara el tatuaje con una plancha, dejándole tremendas marcas, incluso tuvo que ser hospitalizada.
De inmediato el caso se turnó al Centro de Justicia y Empoderamiento de la Mujer, donde se canalizó este caso y después de que recibió la atención hospitalaria se le brindó atención sicológica, pues ella decidió no presentar cargos legales en contra de su pareja.
“Hemos estado trabajando mucho en empoderar a la mujer, pero nos sorprende que a pesar de que hemos estado trabajando ellas continúan con esos patrones muy marcados de que hasta pueden llegar a sentirse ellas merecedoras de los golpes que sus parejas le propinan”, dijo.
La regidora no reveló los datos de la persona afectada, pero dijo que semana a semana acude puntual a recibir sus terapias sicológicas, pues cuenta con tres hijos
menores de cuatro años de edad.
