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Opinión

“¡Pronto! ¡Hazme el amor aquí mismo!”

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Por - 05 septiembre, 2022 - 11:24 p.m.
“¡Pronto! ¡Hazme el amor aquí mismo!”

“¡Pronto! ¡Hazme el amor aquí mismo!”. Al marido le sorprendió esa súbita e inusual demanda de su esposa, pues la señora tendía más bien a la indiferencia erótica, y además estaban en la cocina. Le preguntó, asombrado: “¿Por qué me pides eso?”. Explicó la señora: “Porque la receta dice que debo poner esta bolsita en agua caliente durante 10 segundos, y eso es exactamente lo que duras tú”. 

Aquel salmón iba remontando con gran dificultad la impetuosa corriente de un caudaloso río canadiense. Saltaba penosamente de roca en roca, aguas arriba, y esquivaba apenas los manotazos de los grandes osos grises que intentaban atrapar los peces para devorarlos. Le dijo el salmón al compañero que nadaba a su lado: “No sé por qué hago este estúpido viaje. Ya ni siquiera estoy sexualmente activo”. “Di algo, amor”. 

Esa petición le hizo la recién casada a su flamante maridito, que se había mostrado extrañamente silencioso al empezar la noche de bodas. El novio abrió la bata que lo cubría, mostró su entrepierna y le dijo a su desposada: “Hablaré con esto”. Lo vio ella y comentó: “Advierto que eres hombre de pocas palabras”. Hoy la mañana no parece mañana en mi ciudad. Sin sol el día; sin azul el cielo. Una neblina que casi no es neblina pasa entre las cosas, que casi no son cosas. Estoy triste por México. 

Lo veo cada día más lastimado por un régimen en el cual imperan la ignorancia, el caudillismo autoritario, la absoluta falta de capacidad para ejercer las tareas de gobierno con sentido de verdad y bien. El desprecio que ese régimen muestra por la ley llega al extremo, y la caprichosa voluntad de su monarca es comparable ya no a la de los presidentes del tiempo de la dominación priista, sino a la de los reyes de la antigüedad. 

Espero que los ministros de la Corte -de algunos de ellos se siente dueño López Obrador- hayan salido por los fueros de la justicia en el caso de la prisión preventiva oficiosa, y hayan resistido los burdos ataques que al Poder Judicial ha hecho el émulo de Castro y Chávez. Bajo el desatentado mando del presidente actual México ha entrado en un camino que no conduce a nada bueno

Me temo que en esa vía seguirá, pues un pueblo ineducado y pobre apoya siempre a quien le da dinero. La elección del 24 -si es que en el 24 hay elección- será para Morena, o sea para López Obrador, cuyas corcholatas le son incondicionales. Seguirá entonces la caída de México, su ruina. Pocas veces un solo hombre ha causado tanto daño a este país y le ha hecho tan escaso bien. No estoy triste, entonces, por la mañana gris

Estoy triste por lo que está pasando en México. Un novelista de fama sintió de pronto que la inspiración lo había abandonado. Por más esfuerzos que hizo no halló tema para su próxima novela. Fue entonces a la montaña, pues supuso que lejos de la ciudad las musas le brindarían de nuevo sus favores. Ahí vio a un pastor de ovejas. Le pidió: “Cuéntame algún suceso trágico que haya acontecido por aquí”. Relató el hombre: “Un día una de mis ovejas se perdió en el bosque. Con seis de mis compañeros fui a buscarla. 

Cuando dimos con ella nos emborrachamos, y todos tuvimos sexo con la oveja”. El novelista se escandalizó. “Eso no es trágico -le dijo al pastor-. Es procacidad; es bestialismo. Yo quiero oír algo realmente trágico”. Narró el individuo: “Un día una mujer se perdió en el bosque. Con seis de mis compañeros fui a buscarla. Cuando dimos con ella nos emborrachamos, y todos tuvimos sexo con la mujer”. El novelista se indignó. “Eso no es trágico. Es inmoral, ilícito atentado. Yo quiero oír algo verdaderamente trágico”. Dijo el pastor: “Un día yo me perdí en el bosque”. 

FIN.

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