Contactanos

Opinión

Más asuntos del calendario…

Más asuntos del calendario…

Oscar Rodriguez
Por Oscar Rodriguez - 24 diciembre, 2023 - 09:18 a.m.
Más asuntos del calendario…

Amables lectores, tengan ustedes un buen día.

La semana pasada me referí principalmente al calendario juliano y empecé a mencionar algunas cosas acerca del calendario gregoriano.

Antes de continuar me gustaría hacer una observación: no debe confundirse el calendario juliano con la fecha juliana ni con los días julianos.

El calendario juliano (llamado así en honor a Julio César que lo implantó en Roma hace unos 2068 años) es prácticamente el calendario que utilizamos en la actualidad, salvo por el ajuste realizado por iniciativa del papa Gregorio XIII en el siglo XVI. A la fecha de publicación de esta columna le corresponde el día número 24 del mes 12 (diciembre) del año 2023.

La fecha juliana es utilizada para facilitar el cálculo de días entre fechas asignando un número cardinal consecutivo a cada día de cierto año. La notación es hasta cierto punto flexible. Por ejemplo al 24 de diciembre de 2023 le correspondería la fecha juliana 23358 (que también podría ser representada por 23.358).

Los días julianos son una numeración utilizada principalmente por astrónomos y asignan un número real a cada momento a partir del año 4713 antes de nuestra era. Para facilitarse su tarea (debido a que gran parte de las horas laborales de los astrónomos empiezan al ponerse el sol y terminan al amanecer) el cambio de día sucede al mediodía. Por ejemplo al 24 de diciembre de 2023 a las 12:05 horas corresponde el día juliano 2,460,303.00347; es decir, han pasado casi dos millones y medio de días en los últimos 6736 años.

Hecha la aclaración.

Las festividades religiosas cristianas en general se fijan de acuerdo al calendario solar. El día de San Buenaventura siempre cae en la misma fecha, por ejemplo. Sin embargo no sucede lo mismo con la Semana Santa, debido a que ésta última se fija de acuerdo con una combinación de los calendarios lunar y solar.

La pequeña inexactitud del calendario juliano provocó que el equinoccio de primavera en Europa ya en el siglo XV fuera ocurriendo en fechas más cercanas al inicio de marzo. Fue por ese entonces que se le encomendó a un astrónomo alemán llamado Johann Müller de Königsberg (quien también usaba como su apellido el nombre “latinizado” de su ciudad de origen, es decir Johann Regiomontanus) la tarea de esbozar el cambio que se requería para realizar el ajuste necesario. Desafortunadamente Regiomontanus falleció antes de completar su trabajo (aún hay hipótesis diversas acerca de su muerte que van desde un brote epidémico hasta un posible asesinato).

Pasaron más de cien años y para cuando el papa Gregorio XIII dictó las indicaciones para el ajuste de diez días que se hizo en octubre de 1582, una buena parte de Europa y algunas colonias cuya población en su mayoría no era católica hicieron caso omiso. Con el correr de los años la mayoría de los países han adoptado el calendario gregoriano, pero ocurrieron sucesos curiosos. Por ejemplo, la llamada “Revolución de octubre” acontecida en Rusia en 1917, se llevó a cabo en noviembre (NUESTRO noviembre) y por eso es una de las típicas preguntas “con trampa”.

Al igual que sucedía con el calendario juliano cada cuatro años (precisamente cuando el número de año es múltiplo de 4) se le agrega un día a febrero, pero para evitar que con el tiempo se repitiera la historia del desfase se estableció una nueva mecánica. Cuando un año es múltiplo de 100 NO SERÁ bisiesto A MENOS que sea múltiplo de 400. Es decir que febrero en los años 1700, 1800 y 1900 tuvo solamente 28 días, pero en el año 2000 sí tuvo 29.

Con esta medida, el calendario tiene un error aproximado de un día cada 3,300 años.

De vez en cuando recibo cadenas de buena suerte que afirman que tal o cual mes tendrá cinco viernes, cinco sábados y cinco domingos por primera vez en varios siglos y eso es de buena suerte. La realidad es que según la ubicación de los años bisiestos el calendario se repite cada cinco, seis u once años. Lo que es seguro es que cada veintiocho años el calendario es idéntico. El calendario de 2024 es igual que el de 1996.

En otros calendarios tanto la numeración como el día de año nuevo son diferentes. Por ejemplo, en el calendario chino el año 4722 iniciará el próximo 10 de febrero de 2024. Al parecer, la numeración de los años de este calendario fue inventada por el revolucionario Liu Shipei e impuesta por el gobierno a principios del siglo pasado. El calendario hebreo empieza a numerar los años de acuerdo a los libros del Antiguo Testamento. Se dice que el mundo inició el domingo 7 de octubre del año 3761 antes de la Era Cristiana, por lo que el pasado mes de septiembre dio inicio el año 5784. En la primera semana de julio del próximo año ocurrirá el inicio del año 1446 en el calendario musulmán (de menor duración por ser lunar). El inicio de este calendario está marcado por el exilio de los musulmanes hacia la ciudad de Medina en el año 622.

Hace un poco más de once años se puso de moda el tema del “fin del mundo” de acuerdo a algunas interpretaciones del calendario maya. Y es que el 21 de diciembre de 2012 se completó uno de los períodos más largos (de una duración de 5125.36 años) de dicho calendario.

Me quedan algunas otras cosas que quisiera comentarles, pero eso será la próxima vez.

Que tengan ustedes una excelente semana.

Artículos Relacionados