Aunque no lo creas, es la fruta más apestosa del mundo y es nativa de Indonesia, Malasia y Brunei. Es fácil reconocerla por su considerable tamaño y porque está cubierta de espinas. De hecho, su nombre viene del malayo 'duri' que significa espinas.
Su pulpa carnosa de un color amarillento tiene un sabor dulce y ... ¡un aroma difícil de soportar!
Tan feo es su olor que incluso está prohibida en muchos aeropuertos y hoteles alrededor del mundo.