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Coahuila

“Pensé que iba a morir”

Mónica Meza
Por Mónica Meza - 24 octubre, 2020 - 08:50 a.m.
“Pensé que  iba a morir”
El perro le arrancó dos dedos de su mano derecha

Una total injusticia se está cometiendo con Reynaldo Vargas Haro un hombre de la tercera edad que mientras estaba pepenando un perro de raza pitbull lo atacó, le destrozó dos dedos de su mano derecha y le dejó múltiples mordidas en el cuerpo, el dueño es un policía municipal de Monclova que solo se ofreció a pagar 2 mil pesos cuando él no podrá trabajar como pepenador por un buen tiempo.

Don Reynaldo andaba haciendo su trabajo pepenando en los contenedores para obtener aluminio y con esto unos cuantos pesos para mantenerse él y su hijo Gabriel de 24 años de edad que es un joven con capacidades diferentes, presenta autismo y retraso mental.

Mientras pasaba por una calle de la colonia Colinas de Santiago, salió el perro de la vivienda y lo atacó, al principio el ancianito pensó que quien lo había tumbado eran quienes estaban jugando en la calle con un balón pero tardó poco tiempo en darse cuenta que un perro lo estaba atacando.

Vecinos comentan que normalmente el perro está encerrado pero que en varias ocasiones se ha salido, hay muchos niños pequeños, ha atacado a más perros y se le ha echado encima a las personas.

Ese día una señora le había reglado a Don Reynaldo dos tapas de huevo que se quebraron en ese momento, además se le quebraron sus lentes y se olvidó de los dos kilos de alumnito que había pepenado ese día, había terminado su labor y se dirigía a su domicilio para hacerle de comer a su hijo Gabriel.

Cuando los vecinos vieron que  el perro lo estaba atacando, intentaron quitarle el perro de encima, usaron palos, tablas, varillas, pero nada de eso hacía que el perro soltara al ancianito, hasta que uno de los hombres se quitó su cinturón y empezó a ahorcar al perro fue la forma en que lo soltó.

“Quería morderme en el cuello, si me hubiera matado, pero lo que hice fue que cerré los ojos y metí la mano en el hocico, por eso me destrozó dos dedos”, comentó Don Reynaldo acostado, sintiendo punzadas en su mano y hablando con su hijo quien no se ha querido despegar de él ni un solo momento.

Fue un momento eterno el que vivió, se asustó mucho, pensó que ya no viviría, la ambulancia tardó más de una hora en llegar, él se estaba desangrando, hicieron todo lo posible para evitar que siguiera desangrándose.

El perro le destrozó dos dedos de la mano derecha, trae un ojo lastimado por una uña del perro, presenta múltiples mordida en el cuello y la cabeza, además de daños en la espalda por la caída que presentó y el daño psicológico.

La madrugada del viernes se quejó mucho del dolor, le entró temperatura, pero su hijo siempre estuvo ahí, no quería despegarse de él, desde muy temprano se sentó en una silla y con solo sentir la presencia de su padre se mantiene tranquilo.

Don Reynaldo tiene 12 años recolecta material como laminas, botes de aluminio para obtener recursos y sacar adelante a su hijo.

Agradeció a su nuera Gabriela Isamar Rodríguez Robledo que lo ha visto en estos momentos, está al pendiente de él,  lo atiende, lo alimenta no solo a él sino también a su hijo.

Pero lo que le pasó a él le puede pasar a cualquiera incluso a un niño, el perro está en el antirrábico, no se sabe que ha pasado con él,  de los dueños del perro no se ha sabido nada desde que se ingresó al señor al hospital.

Buscan por la vía legal, pues ofrecieron 2 mil pesos solamente cuando Don Reynaldo estará sin trabajar por mucho tiempo, pero nada volverá a hacer igual, pues paga renta además de que le preocupa su hijo.

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