En un escenario de lo paranormal, está convertido el Centro de Seguridad Social del IMSS, donde diariamente los trabajadores lidian con cosas inexplicables como sombras, lamentos de espíritus que se niegan a abandonar este mundo.
La encargada Yosdy Palafox García, comentó que hace días confundió a una ‘presencia’ con el intendente de nombre Luis.
“Caminaba por el pasillo donde se imparten los talleres, revisaba en una hoja la asistencia y vi de reojo que alguien abrió la puerta de manualidades”.
Explicó que al hablarle por su nombre, el verdadero Luis salió por otro lado y nada se supo de la primer persona que abrió la puerta.
“Van varios que han visto a ese señor o presencia caminando por aquí, una vez pasó frente a las personas que tomaban otro taller”, relató.
Niñas de los cursos de verano vieron a un niño saludándolas sobre este banco en el taller de Belleza.
Verónica Rodríguez tiene un año y medio trabajando como intendente, es de las primeras en llegar al lugar y una día, encontró pisadas de un niño afuera de la oficina de la encargada, las limpió con un poco de temor y al entrar encontró algo más, la huella de manos sobre el escritorio de vidrio, parecían ser recientes porque estaban muy marcadas.
“Nosotros decimos que es un niño, porque cuando pasaron los cursos de veranos, las niñas que iban a clase de natación nos comentaron que un niño vestido de azul, las saludaba desde la ventana de Belleza. Según las menores, el fantasma siempre estaba arriba de un automóvil, el que usa la maestra para calmar a los que no quieren que les corten el cabello”, indicó.
Yosdy dijo, una trabajadora social del turno vespertino pasó el susto de su vida, al abrir la puerta del baño vio los tenis de un señor en un cubículo –los sanitarios son mixtos-, esperó afuera hasta que saliera, pero necesitaba utilizar el baño. “Ella hizo sus necesidades fisiológicas y luego se lavó las manos pero el señor aún no había salido del otro sanitario, cuando volteó ya no había nada y desde entonces no quiere subir”.
Añadió que el año pasado, falleció la mamá de la anterior encargada y decidieron hacer un altar de muertos en su honor, usaron ropa de la persona –aún manchada de sangre- y cuando estaban en la celebración, diferentes objetos empezaron a moverse, se escucharon ruidos y lamentos en todo el lugar. “A todos nos dio miedo seguir con nuestro trabajo diario después de eso”.
Yosdy Palafox, encargada del lugar, comentó que en los baños asustaron a una trabajadora.
