Se cumplen 30 años de la llegada del huracán “Gilberto”, uno de los ciclones tropicales más intensos y devastadores que ha tocado México, considerado ya como el huracán del siglo XX.
Gilberto provocó en total 318 muertes: 202 en México, 45 en Jamaica, 30 en Haití, 12 en Guatemala, 5 en Venezuela y la República Dominicana, 3 en Estados Unidos y 2 en Costa Rica y Nicaragua.
En México la mayor devastación ocurrió en Nuevo León, donde 150 personas perdieron la vida en cinco autobuses que cruzaban el río Santa Catarina mientras que 6 policías murieron al intentar rescatar a los pasajeros varados.
Más de 100 familias monclovenses resultaron afectadas con el huracán Gilberto.
En Saltillo, cinco personas murieron en accidentes de tráfico causados por las fuertes lluvias y cinco más por arrastrados por las aguas crecientes, entre ellos estaban un paramédico y una mujer embarazada que murió cuando una ambulancia de la Cruz Roja Mexicana cayó en un inundado arroyo cerca de Los Chorros.
El fenómeno llegó también con mucha intensidad a Monclova y su recuerdo todavía permanece fresco en la memoria de Fernando de los Santos, pionero del Cuerpo de Bomberos y rescatista en aquel tiempo quien vivió en carne propia el fenómeno natural que afectó a decenas de familias.
Fue en septiembre de 1988, cuando “Gilberto” asoló el Caribe y el golfo de México por cerca de nueve días, alcanzó sus vientos sostenidos máximos de 296 km/h. Esto lo colocó como el segundo huracán con vientos más intensos desde que se tiene registro.
“Fue muy famoso aquí porque hubo mucha gente afectada, septiembre siempre ha sido el mes trágico, en Monclova hubo mucho viento, muchos daños materiales, pero como siempre los monclovenses se levantaron después de la tragedia”, comentó Fernando de los Santos.
Miguel Arturo Domínguez Guzmán tenía 17 años y era voluntario en bomberos.
Anuncios instalados en las principales calles de la ciudad, árboles, bardas, cayeron a consecuencia del fuerte viento, vehículos quedaron varados, otros fueron arrastrados por la corriente y fueron a parar al Río Monclova, los dueños de esos coches hacían todo lo posible por recuperarlos.
Fernando de los Santos recuerda que los primeros días le tocó llevar a su hermana María Magdalena a Monterrey Nuevo León, donde la situación fue peor, no había paso, la carretera quedó cortada, el camión tuvo que atravesar por una brecha.
El Río Monclova creció mucho arrastró a varios vehículos, las colonias más afectadas fueron, como siempre, las de la parte sur de la ciudad, Las Flores, pero también Obreras y Praderas, no hubo muertos pero si muchos daños materiales.
“Yo andaba en servicio, citaron a todo el personal, se había anunciado que Gilberto sería muy catastrófico, era un Huracán categoría 5, el más fuerte que se ha presentado en la historia”, señaló.
Gilberto De Los Santos coordinó a más de 50 hombres para auxiliar a los monclovenses.
Eran 50 elementos, entre voluntarios y gente de paga, que se prepararon para ayudar a los ciudadanos junto con paramédicos de la Cruz Roja, resguardaban a la gente, fueron insistentes con las familias que corrían peligro para que fuera trasladas a los albergues.
A Fernando de Los Santos le tocó coordinar todo, estaban en el patinadero, un salón que fue taller del municipio y que fue utilizado como albergue junto con la Casa Meced y el Auditorio Milo Martínez.
“Recuerdo los rostros de esas personas, estaban impotentes por no poder hacer nada y ver como lo perdieron todo, hubo muchas lágrimas, mucha tristeza”, comentó.
Miguel Arturo Domínguez Guzmán, actualmente trabaja como bombero, hace 30 años era voluntario, tenía 17 años cuando le tocó acomodar víveres en los albergues, no puede olvidarse de la cantidad de gente que llegaba llorando a los albergues por haber abandonado sus viviendas.
El bulevar Susan Lou cerrado a la altura de El Conejo.
“Los elementos descansaban mojados, estaban al pendiente, fenómenos no nos llegan tan fuerte como en otras partes por los cerros que tenemos alrededor pero aun así estuvo muy trágico”, comentó.
El arroyo que pasa por la colonia Praderas se desbordó, el agua llegaba en el pecho de la gente con estatura normal, derribó muchas bardas, la fuerza quebró las puertas de muchas viviendas, los muebles se mojaron, muchos de ellos quedaron en la calle o adentro pero llenos de lodo.
Antes no había apoyo del gobierno, era más el apoyo de la gente con buena posición económica y a los que no les afectó, fueron quienes apoyaron a las familias que más resultaron perjudicadas.
No se tiene una cifra exacta del daño total causado por Gilberto, pero se estima que el total para todos los territorios afectados sería de 5000 millones de dólares del año 1988.
