Timothy Felker, de 18 años, compró un arma de fuego utilizando el
dinero que su madre le dio para hacerse un
tatuaje. Su intención era la de provocar una
masacre en la
escuela secundaria Paul Laurence Dunbar de Lexington, en el estado de Kentucky (EE.UU.). Este lunes el joven, acusado de amenazas terroristas en segundo grado, compareció ante un tribunal, informa el canal local WKYT.
"Alrededor de Navidad o diciembre de 2017 compró el AR-15 con
dinero que su madre le dio para hacerse un
tatuaje, y además adquirió unas 500 rondas de balas", explicó el investigador de la Policía de la ciudad de Lexington Sean Stafford.
La Policía arrestó a Felker a raíz de haber recibido el 16 de febrero un reporte anónimo por Internet que alertaba de que el joven planeaba tirotear a sus compañeros en la
escuela y luego suicidarse, reporta the Lexington Herald-Leader. Según este aviso, "les decía a algunas personas que les dispararía primero y luego al resto del clase". Tres estudiantes confirmaron que lo habían escuchado amenazar con vengarse a tiros con sus compañeros de clase por haber sufrido acoso de estos.
Al día siguiente los agentes se desplazaron hasta el domicilio del estudiante, pero Timothy Felker había salido de la ciudad para pasar fuera el fin de semana. Sin embargo, hablaron con su madre y esta les entregó el rifle y las municiones.
Según el investigador policial, su progenitora aseguró no saber nada de las amenazas a sus compañeros. Admitió que su hijo tenía "algunos problemas de ira", pero aseveró que no tenía la sensación de que el joven "pudiera hacer daño a nadie".
El 19 de febrero, el joven fue detenido en el aeropuerto Blue Grass cuando regresaba a Lexington, después de que las autoridades recibieran una orden que alertaba de su estado mental. El chico no ha regresado a la
escuela desde que fuera realizado el reporte.
A pesar de las amenazas y el testimonio de su madre, no le fue prohibido a Felker poseer armas y el chico hasta publicaba fotos en redes sociales que mostraban su AR-15. En una de ellas se le puede ver con un arma en la boca.
El juez que instruye el caso decidió enviar el caso a un gran jurado al escuchar los testimonios, aunque Felker se declaró inocente de haber realizado amenaza terrorista alguna.
