Además también el retiro de la cédula de los médicos que atendieron a su esposo
FRONTERA COAH-. Edna Méndez Pérez, la viuda de Jesús Leonardo Limón, quien falleció presuntamente a causa de una negligencia médica en la clínica 7 del IMSS, habló sobre el martirio que vivió su esposo, aseguró que todo fue una negligencia médica y pide una indemnización, pensión justa y el retiro de la cédula profesional de los médicos que mal atendieron a su esposo.
Tenían muchos planes juntos, principalmente terminar su vivienda, estaban por echar la placa para su vivienda, decía que lo primero que haría terminaría la casa, porque es lo único que le dejaría a sus hijas de 5 y 7 años.
“No le deseo nada malo al doctor que atendió a mi esposo, en sus manos estuvo la vida de mi esposo, pudo haberlo salvado, a lo mejor yo te presioné para que lo atendieras y lo hiciste de mala gana, no te deseo nada malo, solo quiero justicia con mi esposo”, señaló.
Su esposo ingresó el 13 de febrero a Urgencias, esperó tres días hasta que llegara el especialista, lo operaron y salió del hospital hasta el 28 de febrero, lo dieron de alta sin asesoría médica para alimentarse, no podía ni tomar agua, su esposa solo le mojaba los labios con un algodón con agua.
Toda la noche del día en que lo dieron de alta, sufrió con él en casa, porque el dolor no lo dejaba estar en paz, solamente le dieron paracetamol y ampicilina para el dolor.
Jueves en la mañana lo llevó nuevamente al hospital, nunca dejó de drenar, le decían que era parte de la operación y que conforme pasara el tiempo eso iba a pasar.
Su esposo no quería que le metieran la sonda por la nariz, pero era necesario y su esposa lo autorizó, lo pasaron a otro cuarto para prepararlo, cuando le pusieron la sonda, sacaron del lugar a su esposa.
“Me sacaron, yo escuché los gritos de mi esposo, antes me dijo que no dejara que le hicieran nada, pero le decía que era por su bien, ya para irnos a la casa”, señaló su esposa llorando.
Constantemente, Edna Méndez Pérez le tomaba fotos a su esposo porque no le parecía la manera en que tenía las gasas, incluso varias veces ella lo curó con las manos desinfectadas.
No le dieron medicamentos, dieta, ni una sola instrucción para su cuidado, el doctor Sánchez es quien llevaba su expediente, lo cubrió Carrizales en el tiempo en que estuvo de vacaciones.
“Carrizales quería operarlo, pero porque comió dos galletas no pudo operarlo, él estaba muy interesado en tratar a mi esposo, más que el propio doctor que llevaba el expediente de mi esposo”, señaló.
Dijo que ya no pudo hablar con él, se fue a casa para ver a sus hijas, cuando regresó, su esposo ya no se movía.