PIEDRAS NEGRAS, COAH.- En una sociedad donde las nuevas tecnologías y las tendencias cambiantes dominan el panorama, hay quienes siguen aferrados a tradiciones centenarias, preservando un legado que se transmite de generación en generación, tal es el caso de "Chito" Franco, quien desde los tiernos seis años de edad se sumergió en el apasionante mundo de la marmolería, legado que recibió de su venerado padre.
"La marmolería es un noble oficio, un arte en sí mismo", así lo enfatiza Franco, quien lamenta la escasez de personas dedicadas a esta labor, en un mundo donde la producción en masa y la industrialización son la norma, la marmolería destaca como un trabajo minucioso y artesanal, donde cada pieza es única y lleva consigo la impronta del artesano.
Los trabajos realizados en este noble oficio son verdaderas obras de arte, moldeadas con esmero y destreza para satisfacer los más exigentes gustos de quienes las solicitan, "Chito" Franco revela que los diseños son seleccionados meticulosamente a través de catálogos, asegurando así la plena satisfacción del cliente.
Pero más allá de la estética, Franco destaca otro aspecto que hace aún más valiosa su labor: la accesibilidad económica. "Ofrecemos nuestros servicios a precios muy accesibles, especialmente para aquellos que desean honrar la memoria de sus seres queridos con una pieza única y significativa", añade con orgullo.
En un mundo donde la rapidez y la eficiencia a menudo eclipsan la calidad y el valor artístico, "Chito" Franco y su equipo de artesanos continúan desafiando las convenciones, manteniendo viva una tradición que se niega a desaparecer.
La marmolería, más que un oficio, es un legado que traspasa fronteras y perdura en el tiempo, recordándonos la importancia de honrar nuestras raíces y valorar el arte en todas sus formas, la marmolería es un trabajo realizado con amor ya que es una forma de honrar el recuerdo de aquellos que formaron parte de nuestra vida.
