FRONTERA, COAH. Los últimos 5 años han sido una tragedia para Antonio González y Amparo Chairez, un matrimonio que cada día se levanta con ganas de salir adelante pero se enfrentan a limitaciones, enfermedades y falta de recursos, que los llevarán a pasar navidad y año nuevo como cualquier otro día y deseando al menos tener frijolitos y café para cenar antes de dormir.
Antonio González González y Amparo Chaires González, enfrentan el día a día y tratan de sacar adelante a su hijo que padece esquizofrenia, perdieron hace 5 años a una hija a causa de una negligencia médica, padecieron los dos una embolia que les impide salir a trabajar y ahora viven de los 2 mil 500 pesos mensuales que reciben de pensión y del que destinan una parte importante a medicamentos para su hijo, los hace fuerte su nieto que trabaja como empacador y aporta para la comida diaria.
Don Antonio, un hombre de pelo cano y con serias dificultades para hablar y moverse luego de haber padecido dos embolias, relata las dificultades a las que se han enfrentado y con las que siguen lidiando día a día.
Dijo que hace 5 años enfrentaron la muerte de su hija Elvira González, estaba en el hospital Amparo Pape a causa de problemas en el estómago, los médicos pidieron materiales y medicamentos para la atención que se requería pero nunca le aplicaron nada y eso le ocasionó la muerte, dejó a un hijo de 19 años del que se hicieron cargo y ahora les ayuda a salir adelante.
Luego vino la esquizofrenia que padece su hijo, también de nombre Antonio, quien tiene 45 años actualmente pero necesita estar bajo cuidados de su madre y medicado porque de lo contrario se vuelve agresivo incluso contra sus padres y por ello necesita tomar diariamente clonazepam y venlafaxina.
Comentó que su hijo está afiliado al Seguro Popular pero ahí no le dan los medicamentos que necesita para mantener controlada su esquizofrenia, por eso tienen que comprarlo cada mes y darle medicamento por la mañana y por la noche para evitar que se descontrole y se ponga agresivo.
“Nosotros queremos que alguien nos ayude a internarlo en Saltillo, estuvo una temporada allá y mejoró mucho su salud por eso lo dejaron salir, pero aquí a veces hay para medicamento y otras ocasiones no por eso su estado se complica mucho”.
Señaló que a causa de las cargas y preocupaciones a las que se enfrentan cada día, sufrió dos ocasiones una embolia y por eso lo pensionaron de su trabajo como chofer, luego su esposa Amparo Chairez también sufrió una embolia que al igual que él le dejó parálisis en la cara y con dificultades para hablar y moverse correctamente.
En su humilde vivienda ubicada en la calle Francisco Villa de la colonia Diana Laura, el matrimonio conformado por Antonio y Amparo, así como su hijo y su nieto pasarán navidad y año nuevo como cualquier otro día, porque para ellos no hay celebraciones especiales ni fiestas que otras familias pueden permitirse porque tienen dinero.
“Si tenemos algo para comer que bien, pero si no tenemos nada que podemos hacer, esperamos que al menos haya frijolitos y café para cenar y luego a dormir, para nosotros no hay ninguna fecha ni celebración especial sino que es como cualquier otro día”.
