El que no repara, repite. Pocas cosas en la vida salen tan caras como una relación tóxica.
Vincularse con el otro es un lujo que te das de bajar tus defensas y dar un paso hacia el contacto. Aunque suene egoísta, tener una relación es desprenderte de tu total libertad.
Todos necesitamos relacionarnos, sin embargo, una convivencia amorosa debe estar llena de confianza y alegría. Nadie quiere perder su libertad para entregarla en manos de alguien que no sabe qué hacer con la suya propia.
En México, de acuerdo a las últimas cifras, el 90 por ciento de los casos de agresión doméstica son de hombres a mujeres de todas las edades.
"El miedo a quedarse solteros lleva a las personas a quedarse en malas relaciones o a conformarse con parejas poco deseables porque prefieren estar con alguien a estar solos".
MARIO GUERRA, PSICOTERAPEUTA.
En nuestro país, 40 por ciento de mujeres confiesa estar dentro de una relación tóxica. De ese total, el 30 es ignorada por su pareja.
En cuanto al noviazgo, la violencia física se da en el 46 por ciento de los hombres, cifra que contrasta con el 60 de las mujeres víctimas de agresiones antes del matrimonio.
La violencia se normaliza debido a que el 79 por ciento de las personas han recibido insultos por parte de sus padres. Nadie tiene derecho a agredirte verbalmente.
¿Por qué nos quedamos con quien nos lastima?
En las relaciones destructivas, el maltratador justifica sus actos bajo el argumento de que tuvo una infancia de abandono, lo malo lo hace grande y lo bueno lo convierte en algo insignificante.
Cuando la otra parte no tiene claro desde su propia inteligencia personal o experimenta ansiedad por estar en pareja, se arriesga a elegir personas que la lastimen o que abusen de ella.
Es decir, todo se centra en el miedo. Aquellos que temen quedarse solteros, le dan prioridad a su estatus, sobre la calidad de la relación, aunque no siempre lo reconocen.
No es lo mismo no ser capaz de sostenerte, a tener miedo a no ser capaz de sostenerte. El que extrañes a alguien no significa que tiene que estar con él.
Ubica al agresor antes de convertirte en el agredido:
1. Observa el comportamiento de tu posible pareja en diferentes contextos y con otras personas, sobre todo con las que tiene cierta autoridad.
2. Observa cómo trata a los animales.
3. Si te cela y quiere controlar tus tiempos y tus gustos, esa una persona violenta.
4. Habla pestes de sus ex.
5. Es resentido con la vida y no busca salir adelante, no sabe cómo sobreponerse a la adversidad.
6. Cree que tiene derecho a todo y usa frases como "¿Con el día tan pesado que tuve hoy y todavía esperas que pase por ti en la noche?”
7. Se cree superior a todos y necesita señalar de qué manera él es más inteligente, más sensible o más talentoso.
8. Todo lo hace grande: suele hacer una tempestad en un vaso de agua o se magnifica los pequeños aspectos negativos de una situación.
Si eres el agredido, busca apoyo en tus amigos, busca ayuda profesional, ve a terapia, retoma antiguas relaciones que te hacían sentir bien.
El maltrato de una persona que dice quererte, no es sino una trampa emocional disfrazada de amor.
SDPNoticias
