En Saltillo, pareciera que están preparando un “cóctel” para enfrentamientos y riñas entre priístas y grupos de indignados en defensa del voto, pues ambos buscan que se reconozca el triunfo de sus respectivos candidatos a la Gubernatura, ya que luego del anuncio de los indignados para una megamarcha hasta el Palacio de Gobierno hoy martes, más tarde se supo de una convocatoria a la celebración del PRI realizada desde cuentas oficiales de Twitter de dirigentes estatales, todo en las mismas calles del primer cuadro de la Ciudad y a la misma hora.
Mientras que los indignados apoyan la ventaja de 2 puntos que dio el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) al candidato panista Guillermo Anaya Llamas mediante el conteo rápido oficial, los priístas defienden el 1.5 puntos de ventaja para Miguel Ángel Riquelme que contrariamente arrojó el PREP antes de ser suspendido por la autoridad electoral cuando falta todavía 28 por ciento de las casillas por contabilizar.
Las cifras oficiales de las elecciones serán informadas por el IEC a partir de mañana miércoles, cuando termine de contabilizar todos los paquetes electorales, muchos de ellos “voto por voto”, como lo exige el PAN.
Y es que al anuncio que la tarde de ayer hizo el "Frente por la Dignidad de Coahuila” --conformado por el PAN y el resto de los candidatos a gobernador (todos sin posibilidades de ganar pese a que falta el 28 por ciento de las casillas por contabiliza)—, de la megamarcha convocando a la ciudadanía para hoy a las 18:30 horas, para salir del Ateneo Fuente hasta el Palacio de Gobierno, el PRI Coahuila contestó convocando a militantes y simpatizantes a una celebración por la “virtual victoria” a las 18:00 horas. El PRI Estatal confirmó la convocatoria al festejo.
La celebración del tricolor se realizará en la sede estatal ubicada a un par de cuadras de donde pasará la caravana de indignados, lo que hace presagiar tensión y posibilidad de choques entre los grupos.
La seguridad en ambos casos estaría en manos de la Policía Municipal, de la administración panista de Isidro López Villarreal, y de la Policía Estatal, del gobierno priísta de Rubén Moreira Valdez.
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