En caso de que la defensa del acusado no actúe, Juan Carlos Montejano Castro se quedaría los 50 años en la cárcel
Aunque Juan Carlos Montejano Castro, acusado del delito de feminicidio por rociar con gasolina e incendiar viva a su pareja, recibió una sentencia de 50 años de prisión aún no es definitiva, pues puede ampararse o impugnarla, lo que prolongaría un poco más el proceso legal en su contra.
En la audiencia de Juicio Oral, el tribunal dio una sentencia de 50 años de prisión contra Montejano Castro por el delito de feminicidio al arrebatarle la vida a su pareja Karina Sánchez Montañez no es definitiva, pues puede recurrir a diferentes recursos legales para impugnar la penalidad.
El delegado de la Procuraduría de Justicia en la Región, Rodrigo Cháires Zamora, comentó que el proceso legal en contra del acusado aún no ha concluido, pero se tiene un 90 por ciento de avance, pues están en los últimos alegatos.
Señaló están a la espera de cualquier notificación que puedan recibir en los próximos días del juzgado o cualquier otra autoridad, para definir qué rumbo será el que llevará el proceso, pues aún puede ser impugnada la sentencia.
Dijo que la defensa del acusado puede recurrir a diferentes instancias para apelar la sentencia que le otorgó la autoridad penal, incluso hasta un amparo, pero depende de la disposición que tenga de su cliente.
Señaló que en caso que la defensa del acusado no quiera impugnar la sentencia que recibió, quedaría formalmente concluido el proceso legal, es por ello que permanecería en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Saltillo, los próximos 50 años.
“En este caso, el Agente del Ministerio Público cuenta con todas las pruebas en el expediente que acreditan la responsabilidad del procesado por este delito, es por ello que estamos convencidos que la penalidad que recibió va de acuerdo a la forma en que sucedieron los hechos”, afirmó el Delegado.
De igual forma, Cháires Zamora reconoció que la dependencia está preparada para responder a los recursos legales que interponga la defensa del acusado, para tratar de reducir la sentencia o modificar el proceso.
Señaló que la declaración que dio el acusado en el proceso, donde argumentó que todo se había tratado de un accidente a estas alturas del juicio no tiene ninguna validez, además que está demostrado con pruebas lo que sucedió.
