Contactanos

Mundo

“Quiero pedir perdón por el daño”; últimas palabras del mexicano ejecutado en EU por asesinar a su familia

Por Agencia - 08 febrero, 2020 - 10:56 a.m.
“Quiero pedir perdón por el daño”; últimas palabras del mexicano ejecutado en EU por asesinar a su familia EFE

El estado de Texas ejecutó este jueves al ciudadano mexicano Abel Revill Ochoa, originario de Vicente Guerrero, Durango, que fue condenado a la pena de muerte por asesinar en 2002 a cinco miembros de su familia, incluidas sus hijas de 9 meses y 7 años.

Abel Revill, de 47 años, lo declararon muerto a las 18.48 hora local tras recibir una dosis letal de pentobarbital en la prisión de Huntsville, cerca de Houston, según notificó el Departamento de Justicia Criminal de Texas (TDCJ).

Quiero pedir perdón a mis cuñadas por todo el daño emocional que les he causado. Las quiero a todas y las considero las hermanas que nunca tuve. Gracias por perdonarme”, fueron las últimas palabras del hombre.

El 4 de agosto de 2002, Revill Ochoa, que había consumido crack, salió de su habitación con una pistola y mató a tiros a su esposa, Cecilia; a sus hijas Crystal (de 7 años) y Anahí (de 9 meses); a su cuñada, Jaqueline; y a su suegro, Bartolo.

Además, dejó herida de bala a otra cuñada, Alma, también hermana de su esposa, quien logró escapar y avisar a la Policía de la masacre.

Según reconoció durante el juicio, Abel Revill empezó a consumir crack dos años antes de asesinar a su familia y con el tiempo se volvió un adicto. Gastaba el dinero del hogar y también sacaba préstamos para comprar la droga.

Consciente de su problema, había aceptado la ayuda de su familia para superar la adicción y ese 4 de agosto, un domingo, ya llevaba 10 días sin crack. Sin embargo, después de ir a la iglesia, su esposa accedió a darle 10 dólares para que comprara y fumara algo de droga y mitigar así su síndrome de abstinencia.

El hombre consumió la droga en el jardín trasero de su casa, en Dallas, Texas, mientras su esposa, hijas, cuñadas y suegro jugaban adentro. Luego fue a su habitación y se acostó un rato en la cama, después salió con un arma de fuego.

La pistola ya estaba cargada, y entré en el salón dónde estaba mi familia. Empecé a disparar mientras estaban todos sentados en el sofá”, confesó. A la pequeña Crystal la asesinó de cuatro tiros por la espalda mientras corría hacia la cocina tratando de escapar.

Las autoridades detuvieron a Abel Revill minutos después del crimen, en un cajero automático -gracias al aviso de su cuñada Alma- tratando de sacar dinero de una tarjeta de crédito de su esposa para comprar más droga.

La defensa del mexicano alegó que, sufrió un delirio inducido por las drogas, argumento que no convenció al jurado, que alcanzó un veredicto de culpabilidad tras deliberar durante menos de 10 minutos.

Artículos Relacionados