México.- Sin ser avasalladores, los Rayados volvieron al camino del triunfo ante un Atlas que se murió de nada.
Monterrey, que ha sufrido en el torneo para definir partidos desde el manchón penal —ayer por la noche no fue la excepción—, sigue en los primeros lugares tras alcanzar 15 puntos.
Mientras que los rojinegros siguen estancados en el sótano de la competición, donde suman cuatro unidades.
El cuadro regiomontano evitó el desastre en su visita al estadio Jalisco, al atinar uno de dos penaltis que provocó el central Rafael Márquez, que posteriormente le costó ser expulsado por doble amarilla.
Luego de un potente disparo de Arreola, que por poco atina al arco rayado, Caraglio perdió la cabeza al recibir una tarjeta amarilla por meterle la mano al balón, impidiendo así que el rival recibiera con ventaja.
En esta jugada, el atlista algo dijo al árbitro y este lo expulsó, lo que propició que su técnico se soltara en reclamos a Adonai Escobedo.
En los minutos agregados del primer tiempo, John Stefan Medina falló la pena máxima. Simplemente el colombiano la mandó por afuera de la portería de Miguel Fraga.
Pero fue el argentino Nicolás Sánchez, al 85’, que hizo efectivo el penalti, para asegurar tres unidades y, de paso, quitarle el malestar al técnico Antonio Mohamed por constantes penaltis mal cobrados.
Ya no hubo mucho tiempo para que Atlas pudiera sacarse la espina y los regios salieron con el triunfo por la mínima diferencia del Estadio Jalisco, terminando con la maldición de los penales y la malaria sí continúa para los jaliscienses.
