En el marco de las actividades de Semana Santa, la comunidad católica acudió ayer a las parroquias de la Diócesis de Piedras Negras para celebrar el tradicional Lavatorio de Pies, acto litúrgico que simboliza “la hospitalidad en Oriente, proporcionando agua para la limpieza y bienestar de los viajeros después de un largo camino”.
Las actividades de Semana Mayor están a tres días de llegar a su punto álgido, con el Domingo de Resurrección.
La costumbre de lavar los pies era muy frecuente entre los antiguos. Cuando los tres ángeles llegaron a casa de Abraham, este patriarca les hizo lavar los pies. También se lavaron los pies a Eliezer y a los que le acompañaban cuando entraron a la casa de Labán y a los hermanos de José cuando llegaron a Egipto.
En algunas culturas se considera una vergüenza repugnante y humillante lavar los pies a una persona.
En la iglesia primitiva, la costumbre de lavar los pies a otros cristianos era una acción de humildad y servicio.
San Agustín lo relacionó ceremonialmente con el bautismo pascual y su asociación con el Jueves Santo fue establecida por el Concilio de Toledo en el 694.