Con la tierna mirada y encantadora sonrisa, además de una sencillez al entablar una conversación, Celia Sánchez Flores irradia su belleza de una jovencita, acentuada con su cuerpo espigado, cuerpo firme, cabello largo de tez blanca.
Sin embargo, todo esto contrasta con su actitud en la pista, su mirada se fija en un objetivo, las facciones del rostro denotan una concentración absoluta, su caja torácica se ensancha al tomar aire, cada músculo y tendones se tensan al máximo para conseguir un solo objetivo: entregar el corazón y el coraje para ganar la carrera, rendirse no es opción.
"Entreno todos los días de la semana, cuido mi alimentación y mi descanso, mi competencia es muy dura por lo que siempre me mantengo disciplinada, a veces sacrifico ciertas cosas para mantenerme constante para avanzar y lograr mi objetivo", Celia Sánchez
Celia es la hija menor de tres hermanos, sus padres Oscar y María del Refugio, siempre le acompañan a sus carreras, al igual que sus hermanos Oscar Eduardo y Estefany quienes asisten siempre a sus entrenamientos.
Nadie pensó que Celia tuviera las cualidades y habilidades de una velocista, de hecho fue un maestro de primaria quien dio a conocer el talento de una niña que a los 10 años por azar del destino representó a la escuela Ignacio Zaragoza en una competencia de 75m.
Al ganar la carrera, se ganó el derecho de participar en la etapa estatal de los Juegos Nacionales Deportivos Escolares, quedando seleccionada para competir en la etapa nacional.
Posteriormente siguió en competencias similares en sus siguientes años, siendo descubierta por el profesor Luna en una carrera local, quien la invitó a formar parte de su club y desde ese momento inició su entrenamiento formal.
“Tiene mucho carácter, no es necesario de exigirle, ella misma se fija las metas, nunca me saca excusas para realizar algún ejercicio, es muy disciplinada.” Entrenador.