Hace unos años, Bethesda hizo un gran trabajo al traer de regreso a uno de los padres de los FPS; nos referimos a Wolfenstein, que con The New Order dio un golpe de autoridad al demostrar que se pueden combinar las dinámicas de la actual generación, con todo el estilo de la vieja escuela. Ahora vienen para una segunda vuelta con The New Colossus, el cual tenía unos zapatos muy grandes que llenar; afortunadamente, el juego es casi perfecto.
Wolfenstein II: The New Colossus nos pone exactamente 5 meses después del final de The New Order. Después de destruir el complejo de Calavera en Alemania; la resistencia comandada por Caroline y Blazkowicz se dirige a Estados Unidos para acabar de una vez por todas con los nazis. Lamentablemente eso no será fácil, pues Frau Engel, ahora mano derecha de Hitler, les seguirá el paso causándoles bajas considerables, por lo que su última esperanza será aliarse con los renegados americanos.
Como en la primera entrega, la trama es excelente, combinando a la perfección el drama, la tensión, el humor, la depresión y esperanza; además de ser coherente con lo que habíamos visto anteriormente, sin traicionar su esencia. Lo mismo va para cada uno de los personajes, con su propia narrativa personal, motivaciones y carisma. Desde el héroe Blazko, hasta la demente Frau Engel, sin olvidar a la tierna Sigrun; todos y cada uno se ganarán tu aprecio... o desprecio, según sea el caso.
Todo aderezado con una ambientación impecable. El relato está tan bien construido que de verdad crees que así pudo haber sido un Estados Unidos (lugar donde se desarrolla la mayoría de la obra), conquistado por el régimen alemán de mitad del siglo XX.
Sin olvidar que tus decisiones influirán radicalmente en la historia. Habrá diálogos, personajes, armas y escenas que sólo aparecerán si eliges "X" o "Y" en un momento determinado, lo cual te obligará, por lo menos a jugar una segunda ocasión sólo para ver qué hubiera pasado de tomar otro camino.
Pasemos a lo importante, ¿ Cómo se juega? Prácticamente mantiene la base de la primera parte; lo cual no es malo en realidad, pues eso nos asegura acción visceral y frenética durante varias horas. Aún así hay varios cambios interesantes que enriquecen la obra. Uno de ellos es que ahora podrás poner un poco más de énfasis en el sigilo, si tu estilo no es la acción. Esto ya estaba en la primer parte, aunque no tan bien implementado como aquí.
Blazko podrá cargar un hacha la cual le servirá para reducir a los enemigos de un solo golpe de manera silenciosa (y brutal), además de poder lanzarla para acabar con objetivos a media distancia; asimismo, algunas armas podrán modificarse añadiéndoles silenciador, con lo que podrás repartir “plomo” sin temor a causar mucho revuelo.
¿Dijimos modificaciones? Así es. Habrá piezas en algunos escenarios que servirán para mejorar algún aspecto de tu armamento. Sin bien son elementos predeterminados (no puedes personalizar como en otros títulos), sí cambian el modo de juego de un momento a otro. Un rifle de asalto que sólo servía para enfrentamientos en distancias moderadas, se puede convertir en un sniper si eliges añadirle una mira telescópica en lugar de un cargador más grande.
Asimismo, Blazko podrá llevar un arma diferente en cada mano, agregando versatilidad al combate. Con una mano puedes soltar metralla, mientras con la otra apoyas con un láser desintegrador; tú eliges la combinación que quieras o ser más tradicional y cargas dos escopetas.
Por último, dependiendo de cómo acabes con tus enemigos obtendrás algunas ventajas, mismas que subirán de nivel, si mantienes ese estilo de juego; del mismo modo, encontrarás artefactos enfocados en maximizar el sigilo, la táctica o la brutalidad. Esto significa que el título premia tu forma de desempeñarte y no te obliga a adoptar otra.
Lamentablemente, este sistema tan refinado se ve un poco entorpecido por el control. Aunque en su mayoría responde de manera adecuada, habrá momentos donde se sienta un tanto rígido, sobretodo si estás agachado en ambientes cerrados. No es algo constante y bien podría pasar por anecdótico; pero sí es molesto cuando llega a pasar.
Ahora bien, Wolfenstein II es un título lineal. Así es, aquí no encontrarás nada de mundos abiertos o cosas por el estilo. En su lugar, se diseñaron grandes escenarios cerrados llenos de detalles que podrás explorar hasta cierto punto; encontrando zonas secretas con algún coleccionable, arma o item secreto.
Esto también sirve para armar una estrategia de ataque, pues lanzarte como "Rambo" pocas veces dará frutos. Deberás de aprovechar cada rincón del territorio para tomar una ventaja estratégica para poder avanzar en tu misión; porque si algo es seguro es que repetirás varias veces un nivel, ya que incluso en la dificultad media, The New Colossus es inmisericorde.
Que esto no te decepcione, la acción es tan intensa que lo último que te importará será tener un mapa inmenso para explorar. Todo está bien justificado, y esta linealidad no le quita nada a la obra; de hecho, el tener un mundo abierto hubiera acabado con el concepto.
De igual manera, no esperes una opción multijugador; está es una experiencia solitaria en toda su extensión. Sólo serán tú y Blazko contra el resto del mundo.
Para finalizar, como es nuestra costumbre, hablemos de los aspectos técnicos. El juego luce muy bien, sobretodo el las cinemáticas, superando lo visto en The New Order; si bien puedes notar pequeños fallos en las texturas, sólo representarán un problema si eres una persona muy quisquillosa.
Algo que sí puede molestar, sobretodo a los puristas, es el audio. No estamos hablando de los efectos como tales (también son excelentes), sino del hecho que no es posible cambiar el idioma del juego; si tienes tu consola configurada en español, el título lo reconocerá y te pondrá las voces en nuestra lengua, sin opción para modificar. Aunque el trabajo de doblaje es bueno; la obra se disfruta mucho más con las voces en inglés.
Wolfenstein II: The New Colossus es un juego impresionante, que nada le pide a sus anteriores iteraciones (New Order y Old Blood), que supo tomar lo mejor de cada una, hacerle los cambios pertinentes sin afectar la estructura y reduciendo al mínimo sus fallos; tal y como debería de ser todas las secuelas.
Si estás aburrido de los FPS centrados en el multiplayer y sin contenido real; la nueva aventura de Blazko es lo que necesitas. Te aseguramos horas de diversión y que, por muy extraño e inhumano que suene, encontrarás un placer mal sano en acabar de manera violenta con cuanto nazi se te ponga enfrente.
