Las campanas de la Parroquia San Francisco de Asís resonaron al cumplirse un año del asesinato de la pequeña Dianita a manos de su novio Javier N apodado como “El Demonio”.
En primera fila su madre, la señora Blanca Delia Estrada que desde temprano acudió al panteón para llevar unas flores a la tumba de su hija.
Con profundo dolor en su corazón, pero sobre todo con decenas de preguntas sin respuesta, esperaba encontrar en la palabra de Dios consuelo a su dolor.
Fray Juan José Villa inició la misa exhortando la confianza en Dios, sus decisiones y aceptar las pruebas que nos manda.
“No deben cuestionar ninguna acción pues todas son con la finalidad de hacernos más fuertes, aprender de la vida pero sobre todo tratar de salir adelante para ser mejores personas cada día”, externó en su homilía.
Al concluir la misa, la mujer declaró que resiente la ausencia de su pequeña como desde el primer día y la pregunta insistente ¿Por qué?
Dijo que perdió la esperanza de recibir justicia en la tierra, es por ello que solo espera que Dios haga justicia divina cuando Javier tenga que rendirle cuentas.
En la misa también estuvieron presentes familiares, amigos y vecinos de Dianita, quienes pidieron el Señor por su eterno descanso, además se comprometieron a celebrar una misa en su honor.
