Rosario Robles jamás implicó a Enrique Peña Nieto ni a José Antonio Meade, en la llamada “Estada Maestra”, fue el juez Felipe de Jesús Delgadillo quien puso palabras en su boca, afirmó Julio Hernández, abogado de la exsecretaria de Desarrollo Social (Sedesol).
“Ella solamente dijo que con el presidente Peña Nieto tenía una relación y un canal de comunicación que tenía que ver con la línea roja, jamás dijo que le hubiera conocido de un hecho delictivo. La referencia que hace con Meade es que había auditorías pendientes”, aclaró el defensor.
En el documento que Rosario Robles leyó al juez y que este habría mal interpretado, la extitular de la Sedesol declaró:
“Con relación al canal de comunicación que se tenía directamente con el titular de Ejecutivo Federal, licenciado Enrique Peña Nieto, normalmente se establecía de primera mano con reuniones directas llamadas acuerdos. En reuniones de gabinete que se tenían con el presidente de la República. A través de la línea directa a la oficina de la Presidencia, conocida como red privada del gobierno Federal, gestionada por la Unidad de la Red Privada del Gobierno Federal, dependiente de la Subsecretaría de Comunicaciones y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, conocida como línea roja, en las giras con el Ejecutivo.
“En las ocasiones cuando yo no me encontraba personalmente en mi oficina en las instalaciones que ocupaban las oficinas centrales de Sedesol y Sedatu, la persona que se encargaba de atender directamente las llamadas que provenían de la red federal era la ciudadana María Eugenia Romero Martínez”.
Debido a esta declaración, el juez Felipe de Jesús Delgadillo interpreta que Rosario Robles informó a Peña Nieto de las anomalías en Sedesol y Sedatu, por lo que señaló que la Fiscalía de la República tiene que analizar si el expresidente debe ser o no acusado, explicó Ciro Gómez Leyva en el programa “Por la mañana”.