Previo a la semana santa, un sacrilegio se perpetró en un templo localizado en calles de la colonia Miguel Hidalgo, dónde amantes de lo ajeno se apoderaron del equipo de sonido, aprovechando la oscuridad y la falta de vigilancia policíaca.
No fue hasta la mañana de ayer cuando el pastor, Arnulfo Nieves, descubrió que su iglesia había sido allanada por los delincuentes.
Al ver forzada la puerta principal e ingresar al recinto religioso, se percató que una guitarra eléctrica, marca Gende, un bajo, micrófonos y hasta la batería, habían desaparecido.
De inmediato, el reverendo solicitó el apoyo de la Policía, quienes llegaron hasta el templo localizado en el cruce de las calles 14 de febrero con 20 de noviembre, para tomar conocimiento del sacrilegio.
Tras lo anterior, los oficiales se encargaron de orientar al religioso para que acudiera ante el Ministerio Público y formalizará su denuncia en contra de quien o quienes resulten responsable del robo.
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