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Sara Niño, una receptora explosiva

Por Luisa Chavez - 06 mayo, 2020 - 11:56 p.m.
Sara Niño, una receptora explosiva

La adrenalina de estar en el tatami era su pasión y representó a Coahuila en tres Olimpiadas Nacionales, hasta que un día conoció el tochito y se enamoró. Actualmente, Sara, rechazó una beca del Tecnológico de Monterrey Campus Saltillo y buscará su sueño en la Facultad de Odontología de la UANL.

Sara Carolina Niño Sarabia, nació el 15 de junio del 2001, es hija de Ramón y Lorena, y creció rodeada de sus hermanos Ramón, Óscar y Diego.

A los cuatro años, su madre practicaba kickboxing y se abrió un espacio para niños en el deporte de taekwondo, y decidió registrarla.

Fue campeona con Coyotas del CBTis 36.

Desde la primera clase, le gustó sentir la adrenalina, la fuerza y disciplina de estar en el tatami. A lado del profesor, César Medellín, creció como taekwondoína y fue campeona estatal por tres años consecutivos.

Por si fuera poco, representó a Coahuila en la Olimpiada Nacional de Veracruz en el 2014, Nuevo León en el 2015 y Querétaro 2016, y le faltó poco para subir al medallero.

Cuando tenía 15 años, algunas de sus primas jugaban tochito y la invitaron a practicar. Fue entonces que cambió los guantes y el dobok por las bandas y tachones.

¿Por qué cambió de deporte?

“Por varias razones, en el taekwondo llegué a sentirme frustrada porque no podía ganar una medalla en la Olimpiada Nacional. Al principio lo vi como un desahogo, pero al poco tiempo me enamoré de este deporte y vi que tenía oportunidades. De hecho, nunca dejé el taekwondo por completo, actualmente apoyo en la academia del profesor Medellín”.

Sara Niño es un prospecto de talla nacional en este deporte.

¿Cuándo se adentró de lleno al tochito?

“Cuando empecé a estudiar en el CBTis 36. Mi primer coach fue Jesús Ábrego, no batallé tanto para adaptarme porque mis hermanos jugaban americano y sabía de lo que se trataba de manera general. Además, venía de un deporte de alto rendimiento. Lo complicado en sí, fue entender que este era un deporte de conjunto y no individual”.

¿Por qué elegir la posición de receptora?

“El coach, me vio cualidades, quizás por la velocidad, agilidad y explosividad, que había desarrollado en el taekwondo. Desde la primera temporada, que fue en el 2016, hasta la fecha soy receptora. En la primera temporada jugamos en la Liga Estudiantil y ganamos el campeonato tras vencer a FCA”.

¿Qué fue lo que más le gusto de este deporte en sus inicios?

“Realmente que es un deporte en equipo, aprender a convivir, entender que no todo depende de ti como en el taekwondo. Me encantó el compañerismo, muchas de mis compañeras, ahora somos amigas y formamos parte de una gran familia”.

Su objetivo es convertirse en jugadora de Tigres y en un futuro de la Selección Nacional.

¿En qué momento empezó a despuntar su nivel de juego?

“Considero que, desde la segunda temporada, que fue en el 2017. Fue un año magnifico, tuve más participación, ya conocía más las reglas, me emocionaba mucho, yo ya competía a la par con personas de mayor experiencia. Me volví más aguerrida y me enfoqué más a los entrenamientos, sin embargo, el campeonato no se nos dio en esa ocasión”.

¿Cómo llega al equipo Acereras?

“Jugaba a la par con Coyotas. El coach Ábrego, quien también era coach de Acereras, me invitó y acepté. Jugábamos en la categoría “C” de la Liga Municipal. Mi primera temporada también fue de experiencia y me mantuve como receptora. Nos quedamos en semifinales. En la segunda aprendí que esto era un equipo y crecí mucho, las animaba, y compartíamos. Prácticamente me convertí en líder”.

¿Por qué practicar atletismo?

“Fue en el 2018, en mi último año de estudiante de preparatoria. Me fui a estudiar a Estados Unidos. Durante ese tiempo ya no practiqué tochito. En el programa había varios deportes y elegí atletismo. Participé en relevos 4X100, clasificamos al estatal de la conferencia y rompimos una marca. Fue de 49.18 segundos. También practiqué futbol y fui campeona de goleo en el torneo escolar".

Desde los quince años practica este deporte.

¿A su regreso, retomó el tochito?

“Seguí practicando atletismo, pensé que podía destacar, pero comencé a jugar con Lady Ducks, de Roberto del Bosque en la categoría “A” de la Liga Municipal. Para el 2019, ya empecé a jugar fuera de Monclova. Uno de los torneos fue Azul y Oro de la UANL y logramos el segundo lugar en la categoría Intermedia. Fue un gran fogueo”.

Jugó con la “jauría” en el tochito mixto.

¿Cómo llegó la beca del Tec?

“Cuando jugamos el torneo Azul y Oro, los coaches se conocieron y fuimos a jugar a Saltillo un amistoso. Realmente, es un nivel muy fuerte y ahí es donde me contacta el coach del Tec Campus Saltillo. Me dice que está interesado, me preparo para los tryout y me enfoco al 100 por ciento. Me mentalice en estar ahí, me encanta su programa y el apoyo que les dan”.

A la par de este proyecto ¿Qué otros tenías?

“Todo esto fue el año pasado, y empecé a jugar Mixto con el equipo Wolfs. Me gusta jugar contra hombres porque te exigen más y llegamos hasta la semifinal. Fue muy divertido. A finales del año ya empezamos a ver un poco más las opciones de la Universidad y todo este proceso”.

En Estados Unidos implantó un récord en atletismo.

¿Por qué rechazar la beca del Tec?

“En este año, ya se hace oficial el ofrecimiento, y fue del 90 por ciento de beca. Lo platico con mis papás, hacen cuentas y se iban a ver muy presionados económicamente. Entonces, decidí no aceptar. A parte, porque yo quiero estudiar Odontología y en Saltillo tendría que estudiar otra carrera, en este caso Negocios Internacionales”.

¿Cuál es tu objetivo?

“A corto plazo, es estudiar en la Facultad de Odontología en la UANL. Mis hermanos, ya estudiaron en esta Universidad. Mi objetivo a mediano plazo es convertirme en una gran jugadora de tochito, es un deporte que me dio confianza en sí misma y estoy en mi mejor momento. Voy a luchar por un lugar con Tigres y en un futuro con la Selección Mexicana”.

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