SAN BUENAVENTURA, COAH.- Madre de tres hijas, una de ellas especial, Sarahí Romo Rodríguez se refugió en el amparo de sus padres en busca de protección y apoyo para cuidarlas sobre todo cuando tiene que salir a trabajar cuatro horas diarias.
En la sala de su casa Sarahí recibe a La Voz Monclova, con su hija en brazos, Xitlaly de seis años de edad, que padece Parálisis Cerebral Infantil y platica sobre su experiencia cuando se enteró de que la pequeña era especial.
En el proceso de parto le faltó oxígeno y fue entonces cuando se desataron una serie de situaciones que llevaron a descubrir la terrible enfermedad o condición física en la que tiene que vivir.
Con su hija mayor Ximena, juntas enfrentan la vida con el apoyo de sus padres, Óscar Romo e Isabel Rodríguez.
Fue una impotencia enorme verla quince días en terapia intensiva completamente sedada porque no paraba de convulsionar y entubada para que sobreviviera, dice con lágrimas, mi vida dio un giro de lado a lado que me paralizó en un principio pero poco a poco lo fui asimilando.
Sin poder contener el llanto afirma que para ese entonces le dijeron que estaba embarazada de su tercer hija Dariela, por lo que el proceso fue muy difícil ya que además de atender a la niña enferma enfrentó un embarazo complicado del que por fortuna salió bien.
Esta es la silla que hasta hace unos meses usó Xitlaly pero que no le queda porque se lastima los huesitos de su cadera.
Fue la separación de su esposo el detonante que la llevó a refugiarse en casa de sus padres Isabel Rodríguez y Óscar Romo, en donde encontró el apoyo que tanta falta le hacía.
No puedo trabajar porque mi hija necesita atención todo el tiempo incluso una silla especial donde sujetarla para que no se caiga porque es inquieta, de eso hice del conocimiento al personal del DIF pero estos me dijeron que la mandarían hacer con un carpintero solo que eso no sirve de mucho ya que los huesos de la niña son muy delgados y frágiles, por lo que se deben cuidar con materiales como la esponja dura para evitar golpes”, afirmó.
Es un reto constante y diario luchar junto con su hija para que tenga una vida mejor, pero en medio de todo se da valor a sí misma y asimila su situación, ahora que ha pasado el tiempo y que anticipadamente sabe las secuelas que tendrá que enfrentar no le queda más que poner buena cara y enfrentar el día como venga.
Urge una silla especial para la pequeña Xitlaly.
Reconoce que cuando se enteró de que estaba embarazada de su tercera hija pensaba en no tenerla, sin embargo algo dentro de ella le decía que por algo pasaban las cosas y que Dios en su infinita misericordia sabía lo que hacía. Sus padres apoyaron su decisión de tener a su bebé y la apoyaron en todo momento.
Su tiempo lo reparte en llevar a su hija a terapias y trabajar en el programa de Empleo Temporal donde le pagan 87 pesos diarios por cuatro horas sin embargo eso no es suficiente y en este momento necesita apoyo para comprar un asiento especial cuyo costo es de cinco mil 500 pesos, cantidad que no puede completar hasta el momento.
Apoyo único recibido de parte del Municipio en lo que va del año en comparación con la pasada administración que le ayudaron periódicamente con los gastos de la menor.
Afirma que cuando le preguntan sobre su situación dice que se autocalifica como una persona que no se deja vencer y que las pruebas le han ayudado a fortalecerse y no dejarse.
Tengo que trabajar en lo que pueda y de hecho lo hago con el apoyo de mis padres que se quedan con las niñas, y el dinero que gano lo ahorro lo más que pueda ya que un médico de Torreón está viendo a Xitlaly, quien le realizará un mapeo y aplicación de una toxina además de la consulta, todo esto tiene un costo de casi siete mil pesos.
