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Coahuila

Se cumplen 13 años de la violación marcial

Por Alondra Chavira - 10 julio, 2019 - 10:43 p.m.
Se cumplen 13 años de la violación marcial

CASTAÑOS COAH.-Las luces rojas que iluminaban la pista repentinamente se apagaron. Con los gritos vino la confusión y al grito marcial de: ¡Encuérense todas!, una a una fueron 14 mujeres violadas de la forma más cruel y humillante posible.

Hace 13 años, Castaños se volvió noticia nacional, 20 elementos del glorioso Ejército Nacional tomaron por asalto las instalaciones de la Zona de Tolerancia para vejar a mujeres que en ese momento bailaban con los clientes.

Esa noche, las cumbias fueron silenciadas por los gritos de ayuda que nadie escuchó, gritos que se ahogaron entre el abuso y la impunidad.

Solo tres militares de 20 fueron a parar a la cárcel por este crimen.

Eran casi las dos de la mañana de aquel martes 11 de julio del 2006, los hombres disfrutaban de la compañía y las canciones en el bar “El Pérsico Dancing”, hasta donde llegaron 20 soldados alcoholizados exigiendo “servicio”.

“Encuérense todas”, gritó el militar encañonando a una de las bailarinas, para después violarlas de manera tumultuaria incluso con sus armas de cargo con las que inmisericordemente las vejaron.

Aun así la gente decía, ¿Qué diferencia hay, si a eso se dedicaban?, ¡nadie las obligaba!, pero esa fue la diferencia; esta vez sí las obligaron y las destrozaron, más que el cuerpo, su alma.

Existen varias historias, más de tres mujeres fueron llevadas a la parte de atrás donde se encontraban los cuartos, a punta de armas de fuego, las obligaron a desnudarse totalmente, todas fueron violadas por más de cinco hombres, el resto fueron arremetidas contra las mesas y violadas de una manera tan cobarde.

Las lágrimas en este lugar no existían, hasta después de este día, fueron humilladas y sodomizadas por 20 militares que en su mayoría no recibieron el castigo necesario, el castigo por marcar 14 mujeres de por vida, arrancarles mil noches de sueño por no poder olvidar aquel martes 11 de julio del 2006.

La noche parecía normal, ninguna mujer se imaginó que se convertiría en la peor parte de su vida.

Las mujeres que vivían de noche y dormían de día, ya no volvieron a dormir por el temor de una venganza que juró cumplir aquel grupo de hombres que les habían quitado hasta la dignidad, “decían que si nosotras poníamos alguna denuncia nos matarían”.

Aquellas damas que no quisieron quedarse calladas, realizaron un proceso en contra de los militares que habían sido asignados a la región para custodiar el material electoral, luego de las elecciones transcurridas el primer domingo de julio.

No hubo justicia para nadie, el recuerdo mejor lo enterraron y de los militares nada se supo.

A media justicia se quedaron, de 12 soldados que fueron identificados como agresores, ocho de ellos fueron detenidos y procesados, la justicia civil solo se aplicó a cuatro militares, uno de ellos pagó fianza y salió libre, un noveno militar fue detenido y eximido de sus cargos, gracias a una fuerza superior, el resto se dio a la fuga.

Fue hace años cuando aquel lugar donde se vendían caricias dejó de funcionar luego de este trágico acontecimiento, incluso se supo que el bar colgó un letrero grande llamativo para venderlo, luego de su gran éxito no se lograba vender ni al menor precio, apenas hace algunos años este lugar fue adquirido por una empresa, que solo tiene algunos almacenes para material industrial, aquel lugar no volvió a brillar y ninguna mujer más, solicitó su tarjetón para trabajar en el sexo servicio.

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