Una ‘lluvia’ de quejas contra vecinos ruidosos se ha registrado en la Dirección de Ecología Municipal, a raíz de la implementación de patrullas que sancionan a fiestas con música estridente.
Hasta el momento son más de 15 reportes atendidos, donde no se ha requerido llegar a la sanción económica contra los ruidosos, que aceptan bajarle “tres rayitas” a la bocina.
Gerardo Flores Garza director Operativo de Ecología señaló que la campaña busca concientizar para que los vecinos respeten sobre todo cuando pasan de las 2:00 de la mañana.
Gerardo Flores Garza director Operativo de Ecología.
“En caso de resistencia, sobre aviso no hay engaño y se empezarán a aplicar las multas que van desde los 800 a los 8 mil pesos”, advirtió.
El número para reporte de vecinos ruidosos en Monclova es el 866 49 28 00.
ENORME DEMANDA DE BOCINAS KARAOKE
Las quejas por exceso de ruido, ha crecido exponencialmente en los últimos meses por la venta de micrófonos y bocinas de gran capacidad colocadas en patios e incluso la calle sin tomar en cuenta espacios comunes ni horario.
El costo de las bocinas van desde los 550 pesos hasta los 4 mil pesos para las de mayor potencia y se espera que en esta época de posadas, navidad y año nuevo, los reportes se disparen aún más.
MÚSICA A TODO VOLUMEN REFLEJA BAJA AUTOESTIMA Y JUBILO NARCISISTA
Poner música a todo volumen, incluso afuera de la casa como queriendo que los vecinos escuchen, es una conducta que según el psicólogo Alejandro Martínez, refleja un jubilo narcisista.
“La música provoca un estado placentero, mueve sentimientos, algunos de euforia, otros de dolor que combinados con el alcohol son un detonante de conflictos”, explicó.
En el caso de personas con baja autoestima, existe música que enaltece la presunción de bienes materiales o de conductas delictivas, que son utilizadas como himno.
“A través de la música no se resuelven los problemas como dolor por abandono, pero son intentos de significar un dolor, esos intentos generan un jubilo, una excitación emocional y es eso mismo que provoca subir el volumen”, explicó.
Dijo que además que hay personas que no son muy expresivas oralmente, y utilizan las canciones para exponer o incluso “gritar” una situación que la letra de la canción expone.
Explicó que una canción puede ligarse a un pasado, a una historia y tiene que ver con la subjetividad de cada quien, es como un objeto Dejavu, un eco del pasado que revive en el presente y entre más fuerte se exponga, para la persona reprimida, mejor.
“Asilenciamos a través del sonido el sentimiento y le damos representación con la música a alto volumen, somos una cultura de silencio, por eso no expresamos nuestras emociones y queremos hacerlo con la música”.
En este caso consideró importante que la persona identifique las causas del gusto musical, su necesidad de expresar emociones, y también ser más empáticos para tomar en cuenta a terceras personas que pudieran resultar afectadas con nuestro comportamiento.
