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Coahuila

Se pierde costumbre en cocina de Cuaresma

Alondra Chavira
Por Alondra Chavira - 21 abril, 2019 - 11:25 a.m.
Se pierde costumbre en cocina de Cuaresma
Comerciantes de la avenida Francisco I. Madero.

FRONTERA COAH.- Año con año se va perdiendo la costumbre de cocinas las recetas de cuaresma en esta época, esto les afecta directamente a los comerciantes; quienes en esta Semana Mayor han registrado muy bajas ventas.

Con 34 años al servicio de la comunidad vendiendo verduras frescas y productos locales del ejido Ocho de Enero, sobre la avenida Francisco I. Madero, la señora Ana María González narró que la vendimia de la cuaresma ya no es una tradición, fue una moda que como todas, pasó a la historia.

Ofrece en su puesto desde nopal, elote, acelga, papa, cebolla de rabo, chile piquín hasta la calabaza, aunque solo el nopal es el que más se vende, y aun así en un día no se acaba una caja.

Aun y con ofertas, las ventas no repuntan.

“Todo influye en las ventas, tenemos mucha competencia, con las fruterías grandes, las tiendas comerciales, y la falta de interés por comprar productos locales que en su mayoría son regados con agua de la acequia, no con aguas tratadas” explicó.

Dijo que sus productos son gracias a sus vecinas del ejido Ocho de Enero de sus huertas, como la cebolla de rabo, la acelga, el nopal, la calabaza, melón y sandía, “ahora hasta se les dio la papa galeana, bendito Dios, todo está exquisito”

Otro de los principales productos que se venden como “pan caliente” es la capirotada de piloncillo,  que se venden en charolitas pequeñas en 35 pesos para el antojo.

Por su parte la señora Teresa Rangel quien es comerciante de la misma avenida mencionó que anteriormente los chicalés y los orejones eran lo que primero “volaba”, ahora las nuevas generaciones no saben cocinarlos.

Venta del nopal aumenta en cuaresma.

Contó que sus antepasados agregaban todo al platillo mexicano, lentejas, nopales, tortitas de camarón, orejones, chicalés, hacían hasta dos ollas de capirotada que al final terminaban hasta en los lonches de la escuela.

“Tal vez también es la economía de hoy, la gente se lleva principalmente los nopales, o las lentejas que es lo que rinde más para las familias grande, me incluyó cuando digo que las mujeres de ahora ya no saben cocinar todo lo de la cuaresma, me gustaría saber cocinar como mi abuela o mi mamá” comentó

Entre la plática los clientes opinaban que era cierto, las madres de antes sabían utilizar los condimentos, sabían cocinar, una madre de familia señaló que no ha vuelto a probar chicalés como los de su madre, incluso ella los a intentado hacer siguiendo la receta, pero no es lo mismo.

Un hombre quien compraba acelgas mencionó que en su casa él hace la capirotada porque su esposa no le gusta prepararla, pero a él y a sus hijos les fascina ya sea de leche o piloncillo, con queso, plátano, pasas y coco.

Esperan que las ventas repunten este fin de semana, porque sí no es así, terminarán con muchas pérdidas.

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