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Coahuila

Se robó consumismo significado de Navidad

Lidiet Mexicano
Por Lidiet Mexicano - 15 diciembre, 2017 - 00:43 a.m.

El abuso en el consumo de alcohol y comida, así como la compra obligada de regalos cada vez más costosos , han ido diluyendo año con año el verdadero sentido de la navidad.

Desde niños se enseña que lo más importante es el dinero, y no el amor y la solidaridad.

Así lo confirma el sacerdote de la parroquia Santiago Apóstol, Eduardo Neri Frías, quien reconoce que hay muchos factores que han provocado que la tradición se vaya perdiendo

“Debemos recordar que estamos celebrando el nacimiento del niño Jesús a quien se adoraba con cantos y alabanzas, pero muchos creen que solo se trata de recibir regalos y aprovechar la ocasión para consumir bebidas embriagantes en exceso”, explicó.

La tradición que celebran los seguidores de la Iglesia Católica ha dejado de tener significado, incluso las costumbres se han perdido.

Y es que lejos de “acostar” al niño Dios en el nacimiento, luego de la tradicional posada, escena que vivieron María y José horas antes del nacimiento de su hijo, la Navidad para las familias jóvenes solo consiste en reunirse, preparar una cena, entregar y recibir detalles, todo se ha vuelto superficial.

El consumismo o el materialismo nos jala mucho a las personas al pensar que la Navidad es comprar o regalar, son cosas, eventos, fiestas.

El Sacerdote de la Parroquia Santiago Apóstol, reconoce que hay muchos factores que han orillado a que la tradición se vaya perdiendo, pues con la tecnología, el alejamiento de la Iglesia y sus costumbres han ido desapareciendo.

Incluso la misma Iglesia Católica tiene un tiempo de preparación llamado adviento, el cual es tiempo de esperanza, de reflexión, de la búsqueda del sentido de la vida, para preparar los corazones a la venida de Dios.

“La verdadera Navidad se vive cuando dejamos que Jesús habite en los corazones de cada uno, con el deseo de amor, de justicia, de paz, de libertad y compresión, ahí le damos cabida a Dios. Representa ese sentido pleno de la vida humana, porque Jesús el hijo de Dios se hizo hombre para enseñarnos a ser plenos hombres y al mismo tiempo para que ese hijo del hombre nos hiciera a nosotros hijos de Dios, ese es un regalo del cielo” agregó.

Recordó que la familia sigue siendo el semillero de valores culturales y tradicionales, la familia es la responsable de educar y reiterar estos elementos de la fe.

Dentro de la Navidad, hay muchos símbolos que ahora no se festejan en la noche buena, como lo es la petición de posada, la adoración de los magos y el recorrido de los pastores que llegaron a Belén.

La celebración de posada con las imágenes de María y José se va pidiendo como les sucedió a ellos, en dos tres lugares que llegaron no les dieron cabida en su espacio de vida y finalmente por eso Jesús nació en un pesebre.

“Es importante que les demos entrada a esos valores, a esos sentimientos a esas verdades de fe que deben de renovarse en el corazón de los creyentes, debemos de acompañar a hacer memoria de los momentos que José y María vivieron, nos piden a nosotros posada para que en nosotros nazca Jesús”.

También existen elementos que van adjuntos a la posada, como el quebrar la piñata de siete picos, cada uno representa un pecado capital, esto se hace con los ojos vendados por la fé ciega que se debe de tener en Jesús.

“Hay que rescatarlos, cultivarlos en los niños, la Iglesia por su lado en la catequesis infantil desarrolla estos procesos, en sus barrios deben de hacer la labor de multiplicar. Tiene que ver mucho las regiones del país, pues en otras expresiones culturales de las tradiciones, como por ejemplo en el sur están más acentuadas que en el Norte del país”.

La Iglesia Cristiana reitera que el consumismo, materialismo jala a las personas, por ello ahora se piensa que la Navidad es fiesta y entrega de regalos.

En Monclova, durante los años 80´s y 90´s se veían los grupos de señoras y gran cantidad de niños caminando por las calles, llevando los peregrinos, María y José pidiendo posada en diferentes casas, se contemplaban 9 posadas, todas en diferentes viviendas.

“En el nombre del cielo, os pido posada, pues no puede andar mi esposa amada” es como se llega pidiendo asilo en las casas, de ahí las contestaciones hasta que los peregrinos son recibidos.

Luego del rosario y los cantos, se da paso a las letanías, finalmente está la convivencia donde las bolsitas y piñatas no podían faltar, el 24 de Diciembre es la última y más importante, pues en ella se recuesta al niño Dios, quien nació en Belén.

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