"Tuvo que morir mi hijo para vivir en paz", dijo la madre de Marco Antonio Morales
FRONTERA COAH.- A tres meses de la muerte de Marco Antonio Morales Soto, en la colonia Guadalupe Borja existe tranquilidad; Horacio Romero Bustamente ya no está en el sector y toda la gente que le temía ha podido vivir en paz.
“Murió mi hijo para que la gente fuera feliz, la gente convive más, ya no hay temor”, dijo llorando Esperanza Soto Morales.
Fue el seis de marzo, en la privada Ramos Arizpe de la colonia Guadalupe Borja cuando Horacio Romero Bustamente le arrebató la vida a Marco Antonio Morales Soto con un buril, también hirió a su hermano César González Soto.
La muerte de un hombre ejemplar, trabajador y un buen padre de familia causó consternación entre los habitantes del sector, ya que no era la primera vez que “Lacho” asesinaba, vivían bajo sus amenazas, pero la muerte de Marco Antonio los motivó a alzar la voz, ahora en el sector hay tranquilidad y alegría porque “Lacho” no está.
El dolor no ha sanado, día con día incrementa, sobre todo para la viuda Diana Lizbeth Hernández Martínez que ha tenido que ser fuerte por sus cuatro hijos, la mayor es Hilda que en poco tiempo cumplirá 15 años, luego sigue Marco de 12 y Diana y Katia de 4 y 3 años de edad.
Para Diana hay momentos de desesperación, angustia y dolor al ver lo que juntos construyeron, su hogar, sus muebles la inunda de sentimientos, pero entonces voltea y ve a sus cuatro hijos, toma fuerzas y sigue luchando.
Más difícil cuando se acerca el Día del Padre, en el jardín de niños a la niña de 4 años le pidieron una foto con su papá a fin de hacer un regalo que puedan entregarlo por motivo del Día del Padre.
“Mi hija le dijo a su maestra que su papi no va a poder ir porque está en el cielo con Diosito, pero que si lleva la foto, eso es lo más difícil”, comentó la viuda.
Los vecinos se han unido a la familia brindando apoyo emocional, llevan despensas a la familia y muchas muestras de apoyo, por todo esto Diana Hernández agradeció a sus vecinos.
Ha sido difícil a pesar de contar con el apoyo de sus suegros y sus padres, Marco Antonio González Soto se dedicaban hacer nieve de garrafa, además tenía un empleo fijo, ahora ella continúa en el negocio de la nieve.
“Sinceramente no le deseo mal, pero creo en la justicia aquí en la tierra y en la justicia divina, no puedo perdonarlo porque lo que hizo si dolió y sigue doliendo, más por la ausencia de mi esposo”, señaló Diana Hernández.
Esperanza Soto, madre de Marco Antonio González Soto, dice que a pesar de que todo mundo le temía a “Lacho” él convivía con la familia completa, cuando había fiesta Horacio se acercaba, todos sus hijos platicaban con él pero más con Marco Antonio.
“Le dábamos el plato de comida y la cerveza y decía que a nosotros nunca nos iba hacer nada porque éramos su familia y que siempre nos iba a proteger”, comentó.
Señala que a pesar de haber matado a su hijo, no le tiene coraje, ni le desea mal, aún así quiere que pague por lo que hizo, pues las cosas se complicarían si quedara libre ya que la gente dice que si Lacho sale vivo lo matarán.
“Ya lo perdoné, no le guardo rencor pero no quiero que otra familia sufra lo que nosotros estamos sufriendo, he pedido que me dejen ver a Lacho para saber por qué le hizo eso a mi hijo”, señaló llorando Esperanza Soto.
A DETALLE
-Doña Esperanza Soto quiere encarar al asesino de su hijo.
-Los vecinos dicen que si Lacho queda en libertad lo van a linchar.
-Ni la madre ni la esposa de Marco Antonio González Soto le guardan rencor.
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