El suicidio de un niño de 12 años de edad debe de dejar una experiencia en los padres de familia que tienen hijos en la etapa de adolescencia y juventud, pues deben de tener más comunicación y convivencia con ellos, sobre todo si tienen cambios en su comportamiento, actitud o desempeño.
Lo anterior lo mencionó el subdirector de Servicios Educativos en la región Centro del Estado Félix Alejandro Rodríguez Ramos, quien hizo un llamado a los padres de familia para que estén al pendiente de las situaciones depresivas o de cambios por las que pudieran estar pasando los menores.
Aún y cuando fue un hecho acontecido en la región Desierto del Estado, impacta a todos por igual.
“Es algo increíble decir que antes cuidaban a los niños de preescolar, ahora hasta los de secundaria, porque la trasmisión social nos ha rebasado”.
Mencionó que la trasmisión social a la información que perciben los jóvenes a través de sus sentidos, es decir, lo que ven, lo que escuchan y palpan, es lo que los orilla a tener este tipo de decisiones fatales.
“Padres deben de estar al pendiente de las señales, pues si el niño es de cierto desempeño, actitud o desenvolvimiento, al momento que cambia ya está pasando algo, deja de comer, se aísla, le da menos importancia a las actividades, ahí deben de entrar los padres para decir qué está pasando”.
Agregó que los regaños separan a las personas, se va perdiendo la confianza, la comunicación y por ello lo primordial es el mantener una comunicación sana.
Recientemente a la oficina de Servicios Educativos acudió una madre de familia a pedir apoyo por la mala conducta de un joven, se canalizó y actualmente se está dando terapia psicológica al menor estudiante.
