ZAPOPAN, Jaisco.- Las caras largas ya son parte del pasado. Los jugadores de la novena mexicana aprovecharon ayer el día de descanso tras la derrota 10-9 ante Italia para salir a pasear con sus familias, antes de volver a concentrarse para el juego de hoy ante Puerto Rico.
Algunos seleccionados tricolores dejaron el hotel de concentración para conocer la ciudad, mientras que otros acompañaron a directivos y coaches a una comida organizada por el empresario Carlos Bremer, pieza clave para que Guadalajara haya sido elegida como sede del Clásico Mundial.
Sin importar las irregulares actuaciones de unos o las pifias de otros en la víspera, tanto Adrián González, quien se fue de 5-0, como Luis Cruz, quien falló en las paradas cortas en la novena entrada, lucieron amables con los aficionados que los abordaron en el lobby del hotel.
