MORELIA, Michoacán. Diciembre es un mes especial para Aurelia Chávez y Leonel Esquivel, en una época como ésta, pero de 1946 unieron sus vidas en matrimonio en la ciudad de Pátzcuaro, en el hermoso estado de Michoacán, durante los primeros cinco años juntos sobrevinieron pronto las dificultades económicas, lo que provocó el desplazamiento familiar a la ciudad de Morelia, en busca de un nuevo comienzo con mejores oportunidades.
Aurelia tiene 92 años y Leonel 90.
Ya establecidos en la ciudad capital, el entorno de los Esquivel Chávez no sufrió grandes cambios, las condiciones precarias se prolongaron cuando deambulaban en distintas vecindades de algunas colonias populares de Morelia.
El trabajo arduo de la familia como peones en el sector de las obras públicas no rendía muchos frutos en el desarrollo de la familia, el cambio en las aspiraciones económicas y sociales de la familia, comienza dentro del sector del transporte público, y más tarde es acompañada con los recursos provenientes de la apertura de un taller mecánico, es así que la familia se establece en hogar propio, en la colonia Jacarandas, donde al día de hoy siguen regocijándose en matrimonio.
Hoy, en el aniversario 70 de su matrimonio doña Aurelia y don Leonel se muestran felices y recuerdan con un ánimo envidiable, los buenos y los malos ratos de su reinado familiar.
Nunca tuvimos contrariedades pesadas, nunca, tanto el me respeto como yo también en ese sentido, y por eso creo que duramos tanto”, aseguró doña Aurelia.
Fue lo que me ayudó, que le toleré mucho su genio, porqué si tiene un genio feo, luego había veces que me agarraba de malas, pero yo decía está loco”, confiesa.
Yo una gran familia en lugar de fortuna, para que quiero fortuna si no tengo mi familia, tengo mi familia y me agradan todos y todos vivimos bien con todos que más le pido a Dios (…) y todavía queremos llegar a los otros 70 jajaja…”, añadió don Leonel.
SON MOTIVO DE ORGULLO PARA SUS HIJOS
Por su parte, los hijos de este sólido matrimonio; Javier y Leonel Esquivel se dicen contentos de que sus padres sean homenajeados y reconocieron el ejemplo de vida de sus padres.
Yo recorrí con ellos muchos trabajos, muchas pobrezas que tuvimos y ellos supieron sacarlas adelante, y supieron a base de su trabajo, esfuerzo y su humildad que tenían supieron sacarnos adelante”, compartió Javier.
Mi papá muy trabajador, fue una de las personas que yo, no porque sea mi padre, siempre fue muy luchista en el aspecto de cumplir con su trabajo estaba puesto, y mi mamá pues ocurrente para ayudar en el hogar”, abundó Leonel sobre el buen ímpetu de su familia.
Una de las dos hijas, Martha, rescató los valores que a lo largo del tiempo ha observado de sus padres, quienes le inculcaron a ella y a sus hermanos, los mejores ejemplos de honor y servicio.
Realmente como que anteriormente se tenía bien la idea de que formar una familia era donde hubiera valores, donde hubiera servicio”, afirmó Martha.
Para la extraordinaria conmemoración, se aprovecharon los festejos del fin de año para agasajar a los padres ejemplares, con una misa y una convivencia familiar donde preponderó la alegría y la satisfacción.
Aurelia cuenta ya con 92 años de vida y su fiel compañero Don Leonel con 90, su experiencia marital es ejemplo para todos, y más en la época actual donde el escenario de las relaciones conyugales se desarrolla en el ambiente de la incertidumbre y lo efímero. Esperemos tener la dicha, de ver a estos dos grandes entusiastas cumplir otros 70 años de matrimonio.
Excelsior
