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Taquero regala comida a sus vecinos que se quedaron sin trabajo por el coronavirus

Por Agencia - 19 abril, 2020 - 04:05 p.m.
Taquero regala comida a sus vecinos que se quedaron sin trabajo por el coronavirus

CIUDAD DE MÉXICO.- Edgar y su familia han padecido no tener dinero para comer y depender de las ventas de su negocio para alimentarse. Desde hace año y medio su fuente de trabajo es una pequeña taquería en la alcaldía Tlalpan, al sur de la Ciudad de México; no obstante, aunque ante la crisis por coronavirus covid-19 no les ha ido bien, decidieron regalar tacos a vecinos que se quedaron sin trabajo por el cierre de empresas y recortes laborales.

En la taquería Los Pastorcitos, un pequeño establecimiento de no más de cinco metros de ancho, él, de 33 años, y uno de sus hijos, de 16 años, despachan de martes a domingo en la colonia María Esther Zuno de Echeverría, mejor conocido como Tlalpuente.

A finales de marzo, algunos de sus clientes más concurridos llegaron a pedir ordenes de tacos, pero fiadas. La primera vez, cuenta, lo hizo sin problema, pero conforme pasaban los días más vecinos hacían lo mismo y eso comenzó a parecerle extraño, tanto que incluso, les preguntó si estaban bien, pues eran personas que no solían hacerlo.

Un día, al platicar en familia lo ocurrido, decidieron colocar una pancarta con un mensaje de solidaridad: Si en esta crisis estás mal, te ha ido mal y no tienes qué comer, no dudes en acercarte a nosotros que podemos darte al menos unos taquitos para ese día. Tampoco nos está yendo bien, pero la verdad está canijo el que los hijos no coman. En verdad, si lo necesitan, pero sólo si lo necesitas, no tengas pena y dinos.

"Es tristeza porque la gente llega con pena y vergüenza de pedir un taco por no tener trabajo y entonces sí nos sentimos tristes, pero a la vez contentos. En estos días, una muchachita de 16 años nos habló porque no tenía que comer; ella estaba por Metro Oceanía y le comenté que la verdad estaba muy lejos y yo no podía ir hasta allá.

"Pero otra persona—que me agregó a un grupo en Facebook—se comprometió a llevárselos y entonces le dije que pues los tacos iban a llegar fríos y entonces lo que hice fue comprarle una pequeña despensa y se quedan de ver para entregársela", platica en entrevista con MILENIO.

La taquería Los Pastorcitos, localizada en la calle Sierra de las Cruces 8, fue llamada, así como un símbolo de familia, pues el apellido de Edgar es justamente Pastor. Este trabajador y padre de familia de dos niños más (de 8 y 11 años de edad) cuenta que desde antes de regalar la comida las ganancias ya eran las mismas y aun así decidieron ofrecer qué comer a quienes lo necesitan.

Antes de la contingencia, cuenta, sus ventas bajaron casi un 80 por ciento. Por ejemplo, de mil pesos que hipotéticamente vendía en un día entre semana ahora sus ingresos son de 300 o 200 pesos, por lo que tuvo que despedir a un empleado.

Ante la fiabilidad de quienes le piden comida, Edgar dice que confía en que son personas que en verdad lo necesitan y no "mañosos".

"Se ha acercado gente que realmente lo necesita y no ha llegado gente mañosa y gracias a Dios ha llegado gente que ya nos ubica (...) tampoco voy a estar seleccionando; confío en la palabra de la gente y de quien lo necesita. No tenemos un filtro y confiamos; ya queda en ellos y al final Dios verá cómo obran y nosotros aquí seguiremos.

"Les pregunto cuántos son y por lo regular son familias de unos cinco integrantes y les comento y les doy los tacos, tampoco les doy muchos porque no podemos darles muchos, les doy de 10 a 20 tacos con todo tal cual se les vende se les da, pues no se les quita nada ni les pongo menos carne", cuenta.

Para él, las ventas, aunque son pocas, con éstas "gracias a Dios" sus hijos tienen para comer; sin embargo, no descarta que en algún momento puedan cerrarle su negocio al ser de esas actividades no esenciales y llegará un momento, dice, en el que ellos necesiten y esperan que alguien "que sí pueda ayudarnos y si no, pues a buscarle".

Mientras tanto asegura que han tomado precauciones que autoridades de Salubridad instruyen a la población, por lo que atienden usando cubrebocas y gel antibaterial para los clientes que llegan a comprar, pero sólo para llevar o con servicio a domicilio gracias a un "carrito porque económicamente no hay para una motocicleta".

Edgar Pastor se sincera y el sentimiento o un recuerdo le viene mientras platica ya que, con lágrimas y la voz cortada, dice que lo que están haciendo "es algo que para los hijos es bonito, que su papá haga las cosas así".

"Nosotros también lo pasamos el no tener para comer y más que nada es eso, un ejemplo para que ellos hagan también las cosas bien", expresa entre el llanto.

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