Las presiones en el trabajo o en tu vida privada puedes generarte estrés, pero cuidado, podrías desarrollar enfermedades cardiovasculares, depresión, diabetes e incluso padecer trastornos menstruales.
Existen dos tipos que son los siguientes:
- Agudo: Los niveles de estrés desaparecen a corto plazo, se registra como una reacción natural del cuerpo ante una demanda para ayudar a controlar situaciones consideradas como peligrosas.
- Crónico: Se presenta durante semanas, meses e incluso años. Cuando tu cuerpo se acostumbra ya no sientes las señales de alerta y si no lo controlas a tiempo puede generarte un problema más serio.
Una investigación publicada por The Journal Of Clinical Endocrinology and Metabolism, la hormona del estrés tiene relación con problemas cardiovasculares, con el paso del tiempo afecta a tu corazón y aumentan las probabilidades que fallezcas por un paro cardíaco.
Para saber si estás pasando por una situación de tensión pon atención a los siguientes síntomas:
- Dolor o tensión muscular.
- Dolor en el pecho.
- Normalmente te sientes fatigada.
- Padeces de malestar estomacal.
- Tienes problemas para conciliar el sueño.
- Por periodos te sale sarpullido.
- Si tienes pequeños puntitos en las uñas.
Cualquier síntoma de los anteriores que presentes, debes consultar con tu médico.
