A casi una semana del tiroteo registrado en el Colegio Cervantes, ubicado en Torreón, Coahuila, donde un niño de 11 años abrió fuego contra seis de sus compañeros y su maestra, continúan las secuelas en los alumnos de la institución.
De acuerdo con información de Imagen Noticias, los estudiantes del Colegio continúan con padecimientos postraumáticos, por lo que están recibiendo atención médica profesional por parte de psicólogos y psiquiatras.
Una de las estudiantes de la institución, identificada como Marifer, narró como vivió el ataque perpetrado el pasado viernes 10 de enero.
“Nos dijo (la profesora) que nos agacháramos debajo de las bancas”, mencionó Marifer.
En ese momento, Marifer sintió miedo, pues no sabía lo que estaba pasando; “estábamos nerviosos por saber si no le habían dado a un compañero o maestro”.
“Se escuchó el primer disparo y la maestra volteo extrañada, después se escucharon dos más y salió, de pronto regresó corriendo y nos dijo que nos agacháramos que había sido en la escuela y había heridos” (sic), mencionó la adolescente de secundaria.
Por su parte, una madre de familia aseveró que siguen “dolidos y nerviosos”, por lo que los van a “seguir canalizando si es que nuestros hijos están asustados”.
Cabe mencionar que, aunque se dijo que este lunes se reestablecerían las clases, no se ha dado a conocer el día para que los alumnos puedan regresar a sus actividades cotidianas.
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