Fétidos olores que salían de una pequeña caja tirada sobre una transitada calle de la colonia Del Río, movilizaron a oficiales de la Policía Municipal y a elementos del cuerpo de Bomberos, quienes descubrieron que se trataba de los restos de un perro muerto.
Fue a las 13:50 horas de ayer, cuando vecinos de la calle Cerezos con calle Perones reportaron al número de Emergencias 911, que desde temprana hora fétidos olores los tenían intranquilos, pues salían de una pequeña caja que se encontraba cerrada.
Los primeros en llegaron fueron elementos del cuerpo de Bomberos quienes tras revisar dicha caja constataron los nauseabundos olores, por lo que con cuidado la abrieron y se percataron que se trataba de los restos de un cachorro.
Los rescatistas comentaron a las autoridades que no había nada por qué alarmarse y que serían ellos quienes retirarían los restos del can, para que los vecinos estuvieran más tranquilos y evitar un posible foco de infecciones en la zona.
