Luchar por nuestros sueños, por nuestros anhelos y después ver cristalizadas nuestras metas, es el mayor de los éxitos, expresa el joven que ahora es un gran futbolista a nivel mundial
MELCHOR MÚZQUIZ, COAH.- Alberto Alvarado Morín es un claro ejemplo de cómo un niño nunca debe darse por vencido para lograr sus sueños, sus metas, sus mayores anhelos pues él en lo personal siempre quiso ser un gran futbolista sueño que hoy en día ya vio cristalizado.
Hoy, a sus 27 años, Beto, como le dicen de cariño a este joven talento muzquense, expresa a LA VOZ en un espacio de su hogar situado sobre la avenida Xicoténcatl, número 207, que a los seis años de edad comenzó a formar parte del equipo Palmeiras a cargo del profesor Ángel Luna, continuando así hasta llegar a la liga de futbol local Norberto Sahagún Flores en los equipos del Boca Jr., y El Juventus, de esta manera debido a su alto rendimiento y con buenos resultados, se aventuró a participar en una visoría con el equipo de la primera división de los Pumas de la UNAM, a los 18 años de edad.
Su infancia fue de muchas carencias, pero siempre dice, tuve el gran apoyo de mi señora madre, María de Jesús Morín y pues con mi padre Félix Alvarado no tengo mucho contacto, ya que mi mamá es madre soltera, por eso siempre digo que ella ha sido siempre mi soporte, mi apoyo, mi todo, pues prácticamente nos sacó adelante desde chicos a mis hermanos y a mí, de tal manera que hasta que Dios me lo permita tenerla conmigo, estaré completamente agradecido pues ella es mi pilar, mi motivación ya que uno se hace fuerte ante la vida gracias al amor de una madre.
Hoy me siento muy contento, muy orgulloso de pertenecer al municipio de Múzquiz, por ello, dijo, estoy muy agradecido con toda la gente.
