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Coahuila

‘Tu vida en mis manos’

Gerardo Martínez
Por Gerardo Martínez - 24 junio, 2017 - 06:06 a.m.

“Cuando llego a la Cruz Roja y paso la rampa dejo mis problemas de aquel lado, aquí debo estar al cien por ciento, porque tenemos una vida en nuestras manos y si traemos problemas y estás piense y piense en ellos no vas a dar la misma atención al paciente, los problemas se quedan de aquel lado, nosotros debemos enfocarnos en dar la mejor atención a las personas”, señaló Carlos Alberto Téllez Pérez, que desde hace 12 años es parte del cuerpo de rescatistas de la Cruz Roja y está entregado a su profesión.

El día de hoy 24 de junio se celebra el Día del Socorrista, que más que una profesión es una vocación, en donde las personas que se dedican a esta labor sienten ese llamado por ayudar al resto de la población sin esperar nada a cambio.

Todos los días vemos pasar a las ambulancias a alta velocidad por algún punto de la ciudad, con las torretas encendidas abriéndose paso entre los vehículos sin importar las condiciones del clima, ni la hora y una vez que pasa todos volvemos a nuestras vidas cotidianas, sin ver el esfuerzo de las personas que van en esa unidad con el único objetivo de apoyar a quienes están en una situación de riesgo.

El ser socorrista es una vocación en donde las personas solo buscan ayudar, hacer el bien y marcar la diferencia, ya que aunque para muchos pasen desapercibidos, para las personas a las que ayudan son la diferencia entre la vida y la muerte y se convierten en ángeles en ese momento de desesperación.

Carlos Téllez ha desempeñado esta función desde hace 12 años y mencionó que él decidió integrarse a la Cruz Roja tras ver un choque automovilístico y fue en donde surgió el interés por ayudar al prójimo, servir a la gente sin recibir nada a cambio.

Señaló que dentro de esta profesión existen muchas experiencias tanto buenas como malas, de las que siempre se aprende, haciéndolos mejores personas, siendo una de las que más lo impactó la explosión de Celemania.

“La experiencia más fuerte fue lo de Celemania, ese día recuerdo que estaba en mi casa, era un domingo y nos mandaron llamar a todos para que viniéramos a la Cruz Roja, no sabíamos qué era lo que había pasado, solo nos comentaron que había una contingencia y ya cuando estuvimos aquí nos informaron y nos trasladamos para allá”.

Comentó que fue muy fuerte llegar al lugar del accidente y ver el escenario, ver extremidades de personas por todos lados, carros quemados, unidades de rescate quemadas, además de la angustia debido a que no encontraban a Juan José Villa, uno de sus compañeros que fue uno de los muchos lesionados que hubo.

Téllez mencionó que dentro de la corporación han participado en apoyo en muchos desastres naturales, han ayudado a mucha gente y han logrado ser la diferencia al realizar su trabajo con amor y profesionalismo.

Señaló que ser rescatista es una labor de 24 horas, en las que siempre se busca la manera de servir a la gente, de ayudarla aún y cuando no están en servicio, externó que en ocasiones la gente les da las gracias, otras tantas los reciben con malas palabras, pero dijo que entienden la situación por la que pasa la gente y siempre están dispuestos a dar su mejor esfuerzo.

Los rescatistas cuentan con un gran compromiso con la sociedad, por lo que dejan de lado sus problemas con la finalidad de dar un mejor servicio, ya que deben estar al cien por ciento cada día.

Mencionó que tienen una mentalidad en la que los problemas se quedan fuera de la Cruz Roja, “mis problemas de aquel lado, aquí debo llegar en blanco porque tenemos una vida en manos y pienso que si traemos problemas y uno está piense y piense, no vamos a dar la misma atención al paciente”.

En cuanto a la convivencia que existe entre los socorristas, mencionó que existe una relación de hermanos, al señalar que todos van con el mismo objetivo y se crea una sociedad de apoyo y de colaboración, en la que se integran todos tanto los socorristas que son remunerados, como los voluntarios.

Existe una relación tan estrecha, que consideran la Cruz Roja como su segunda casa, en la que muchos socorristas encuentran una familia, amigos e incluso el amor, como es el caso de Téllez, quien conoció a su esposa Fátima Peña quien también es socorrista.

Dentro de este día tan especial Carlos Téllez deseó a sus compañeros que pasen un excelente día y que reflexionen sobre la importancia de aprovechar cada día, ya que dentro de este trabajo están expuestos de manera constante y es necesario que ser felices y disfrutar todo lo que hagan.

A la población pidió comprensión y que guarden la calma ante una situación de riesgo, ya que el personal de la Cruz Roja está preparado para apoyar ante cualquier contingencia y siempre buscarán dar la mejor atención a la ciudadanía.

EL DATO

> El día de hoy 24 de junio se celebra el Día del Socorrista, que más que una profesión es una vocación, en donde las personas que se dedican a esta labor sienten ese llamado por ayudar al resto de la población sin esperar nada a cambio.

CARLOS TÉLLEZ

Ha desempeñado esta función desde hace 12 años y mencionó que él decidió integrarse a la Cruz Roja tras ver un choque automovilístico, en donde surgió el interés por ayudar al prójimo, servir a la gente sin recibir nada a cambio.

“Cuando llego a la Cruz Roja y paso la rampa dejo mis problemas de aquel lado, aquí debo estar al cien por ciento, porque tenemos una vida en nuestras manos y si traemos problemas y estas piense y piense en ellos no vas a dar la misma atención al paciente, los problemas se quedan de aquel lado, nosotros debemos enfocarnos en dar la mejor atención a las personas”

La experiencia más fuerte

“La experiencia más fuerte fue lo de Celemania, ese día recuerdo que estaba en mi casa era un domingo y nos mandaron llamar a todos para que viniéramos a la Cruz Roja, no sabíamos que era lo que había pasado, solo nos comentaron que había una contingencia y ya cuando estuvimos aquí nos informaron y nos trasladamos para allá”.

> Comentó que fue muy fuerte llegar al lugar del accidente y ver el escenario, ver extremidades de personas por todos lados, carros quemados, unidades de rescate quemadas, además de la angustia debido a que no encontraban a Juan José Villa, uno de sus compañeros que fue uno de los muchos lesionados que hubo.

El ser socorrista es una vocación en donde las personas solo buscan ayudar, hacer el bien y marcar la diferencia, ya que aunque para muchos pasen desapercibidos, para las personas a las que ayudan son la diferencia entre la vida y la muerte y se convierten en ángeles en ese momento de desesperación.

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