Entre llantos, gritos y música de banda de guerra, familiares y compañeros de secundaria despidieron a Elda Griselda Obregón Castilleja, a quien le realizaron una misa en la parroquia Nuestra Señora del Buen Suceso para luego acompañarla hacia el panteón Del Carmen donde fue sepultada.
A las diez de la mañana arribaron los restos de la menor de 14 años de edad a la iglesia de Nuestra Señora del Buen Suceso en el centro de Castaños, su féretro de color blanco se instaló en el centro frente al atrio, la misa fue presidida por el Padre Marco Antonio Medina. La también parroquia estaba abarrotada por familiares, amigos, compañeros de secundaria y amigos de la familia, muchos se quedaron afuera de las instalaciones.
Durante la homilía, el padre dijo a Érika, mamá de Elda, que no tuvieran rencor ni estuvieran enojados con la vida ni con Dios y que al contrario de muchas otras familias, ellos si tienen el consuelo de saber dónde estaba su cuerpo, mientras su alma ya está descansando.
Al finalizar la misa, un familiar recogió el pequeño féretro y lo llevó hacia la carroza fúnebre, mientras la señora Érika Castilleja fue abrazada por sus seres queridos mientras lloraba. Los presentes trataban de taparle la cara y pidieron a los medios de comunicación que se alejaran del lugar.
La abuelita de la menor, no dejaba de gritar el nombre de Elda y se detenía cada pocos pasos para tomar aliento y luego, seguir caminando. El papá de Elda no tuvo permitido acercarse a la iglesia y veía todo desde lo plaza principal, debido a que nunca se hizo cargo de ella.
Una amiga de la señora entregaba globos blancos a los asistentes mientras se acomodaban en la calle para caminar hacia el panteón Del Carmen, los integrantes de la banda de guerra de la Secundaria Técnica 85 donde acudía Elda se instalaron frente a la carroza, comenzaron a tocar los tambores y trompetas, mientras los demás los seguían y se abrazaban unos a otros, unidos por el dolor y la pérdida.
