“Ya está con Dios y sé que estará cuidando a mi hijo desde allá arriba” señaló Orlando Esparza Romo expareja de Yoana Garza la mujer que murió luego de 6 meses de padecer los estragos de una negligencia médica.
“Diosito ya la tiene en su casa, yo sé que ella estará cuidando a mi hijo desde allá arriba”.
Familiares y amigos se reunieron en la capilla funeraria de Jubilados y Pensionados en el municipio de San Buenaventura para dar el último Dios a quien en vida fuera una mujer bastante alegre y simpática.
El dolor es irreparable, el proceso que “Yana”, como la llamaban quienes la querían, vivió el en hospital fue muy agotador y dolorosos, sobre todo para sus padres Mary Montenegro y Héctor Garza que no la dejaron sola ni un solo momento.
Las últimas veces que ella pudo dialogar con su hijo “William”, fue allí en el hospital, acostada en la camilla, le dijo que fuera fuerte en la vida, que tenía que estudiar, ser un gran médico para ayudar a las mujeres, ese era su más grande sueño, ver a su hijo crecer, pero todo quedó truncado.
Fue el pasado 19 de julio cuando la madre de familia fue intervenida quirúrgicamente en la clínica 51 del IMSS esto debido a una hemorragia generada por un embarazó fuera de la matriz, los médicos que la atendieron dejaron olvidada una gasa de más de medio metro de largo por 30 centímetros de ancho.
Eso generó malestar en Yoana, en el hospital los especialistas le decía que era parte de su recuperación, hasta que familiares decidieron llevarla con un médico particular quien al hacerle un ultrasonido se dio cuenta de lo sucedido, la atención que le brindaron costó más de 300 mil pesos, le retiraron la gasa y parte de su intestino, pero todo fue en vano, pues la noche del pasado viernes lamentablemente murió de un paro cardíaco.
Hace 10 años, Yoana unió su vida a la de Orlando Esparza Romo, quien recordó que siempre fue muy feliz, aunque ya no eran pareja, recordó que antes el noviazgo era muy bonito, él intentó “robársela”, pero su padre fue por ella y se la quitó, en un segundo intento la recuperó y tuvieron a William un pequeño que en la actualidad tiene 9 años.
Luego de 3 o 4 años de relación Orlando tuvo que irse por un tiempo y regresó buscando a su hijo y a ella también, aunque no regresaron, llevaron una buena relación.
“Teníamos vidas separadas pero nos unía mi hijo, últimamente la veía muy feliz, como siempre fue, no sé por qué pasó todo esto, solo Dios sabe porque hace las cosas, fue una mala atención de los doctores, desgraciadamente se nos fue , Diosito la tiene en su casa, yo sé que ella estará cuidando a mi hijo desde allá arriba”, comentó.
Ahora él tendrá una labor muy importante, será padre y madre a la vez, “Así va hacer de aquí en adelante, las cosas van a cambiar un poquito pero mi hijo va a salir adelante con la bendición de su madre y mi apoyo, mi amor”, comentó.
QUERÍA QUE SU HIJO FUERA MEDICO.
Físicamente Yoana era rellenita, pero le encantaba estar en actividad a diario iba a zumba, le gustaba mucho caminar y bailar, era de ojos grandes y una gran sonrisa, esa que nunca podía faltar.
Ella era amigable, alegre, responsable, honesta y noble así la describen los que la conocían, estaba dedicada a su hijo y el ser la mayor de tres hermanos le generó el don protector, cuidaba de sus dos hermanos siempre y lo hacía por instinto.
Su sueño era ver a su hijo crecer, quería que su hijo fuera doctor, todavía en la clínica habló con su hijo y le dijo que fuera doctor para que ayudara a las mujeres, después de eso tendrían una casa grande.
Su niño necesita de ella al 100%, ella siempre lo consintió, es un golpe muy duro sobre todo en estas fechas, el pequeño, no ha querido hablar desde que supo que su madre ya no estaría con él, su tía Yajaira Abigail Esparza Romo aseguran que la mirada del menor está perdida y es normal, parte de un proceso de resignación.
Familiares la recordarán siempre alegre.
“Siempre la voy a recordar, solo le pido a Dios que nos ayude más a su padre y a su madre para que pasen este enorme dolor, el dolor que nos deja en el alma”, señaló su abuelita María Concepción Campos quien llorando señaló que su nieta siempre vivirá en su corazón.
Gloria Carrizales Agüero.
“Siempre se portó muy bien con nosotros, éramos vecinas y es lamentable, tan joven y deja a su niño tan chiquito, me duele mucho, pero siempre la recordaré como una mujer muy alegre, muy feliz”, comentó Gloria Carrizales Agüero.
La familia atraviesa por un momento difícil, siguen firme en la decisión de denunciar al IMSS por la negligencia ocurrida ya que aseguran que esto que le pasó a Yoana le ha pasado a más personas y seguirá ocurriendo si no se tiene el personal adecuado en las clínicas del instituto.
