Contactanos

Mundo

Umbrella House, realidad inmigrante en NY

Por Agencia - 06 diciembre, 2016 - 02:05 a.m.
Umbrella House, realidad inmigrante en NY

Ingresaron al edificio en 1988 y se encontraron heces, un fuerte olor a orines y goteras; colombianos, cubanos, mexicanos… son sus propietarios y en 28 años lo transformaron

Nueva York.- Nueva York, Chicago, Los Ángeles son algunas de las ciudades consideradas ‘santuario’ que se niegan a ser parte de la deportación de hasta tres millones de inmigrantes ilegales con antecedentes, que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, prometió realizar desde el primer día en que llegue a la Casa Blanca.

“De pronto piensas que debería de tener mucho más responsabilidad en la forma en que dice las cosas, porque puede provocar muchas otras reacciones… La mejor forma de responder es la no violencia. Nosotros, lo mejor que podemos seguir demostrando a este país es que la inmigración es algo bueno, que atrae progreso, no es algo que perjudica”, precisa Miguel Ángel Valderrama, diseñador de iluminación colombiano radicado en Nueva York.

Los inmigrantes representan en esta ciudad al 22 por ciento de la población total de 42.1 millones, que está muy por encima del promedio nacional del 13 por ciento, según un informe publicado por el contralor estatal, Thomas P. DiNapoli.

La amenaza es latente, el magnate neoyorkino ya cuenta con un plan de acción para los primeros 100 días de su gestión:

Cancelar cualquier fondo a ciudades estadounidenses que se ofrezcan como ‘santuarios’ para los sin papeles;

Deportar a ilegales con antecedentes;

Cerrar la puerta a la inmigración de países que simpaticen con el terrorismo;

Iniciar con la construcción de un muro en la frontera con México.

Estamos en una ciudad permeable a esas tendencias, particularmente vamos a encontrar gente que no está de acuerdo con eso que acaba de ocurrir”, señala Miguel, quien además cursa una maestría en performance e imparte clases de electricidad.

Así se entrecruzan historias en Lower Manhattan. De entre edificios antiguos y monumentos como la Estatua de la Libertad emergen testimonios de lucha, de superación con tintes culturales. La historia de Miguel se construye desde la 21-23 de Avenue C, en Lower East Side. “Es mi casa”, precisa.

Llegó a Estados Unidos en el año 2001 para perfeccionar su inglés. Es propietario de uno de los 16 espacios en Umbrella House, un edificio tomado por inmigrantes al que cambiaron el rostro sus habitantes. “Ya hace bastante tiempo… el barrio era muy diferente”. Ahí ha pasado noches gélidas entre sorbos de café y té, jornadas paleando nieve, remodelando un edificio que data de 1899 al lado de su esposa, Antígona, actriz mexicana.

Artículos Relacionados