Su pasión es el basquetbol y está a punto de recibir una beca deportiva para estudiar la Universidad. Kevin, es un gran prospecto y quiere cumplir su sueño en la duela.
Kevin Martínez Ibarra, nació el 17 de septiembre del 2002 en Monclova, Coahuila. Es hijo de Julia Rosa y Juan Alberto Martínez, y vive en la colonia Anáhuac.
En su infancia practicó beisbol y futbol, sin embargo, a los 8 años decidió por el basquetbol, cuando su hermano mayor Javier Alberto formó la Academia de Basquetbol Monclova.
Empezó a practicar arduamente el deporte ráfaga, jugó en varias posiciones, en particular movedor y alero.
Su primer compromiso importante fue cuando se enfrentó a los niños Triquis, quienes representaron a México en un mundial y realizaron una gira por Monclova.
Poco a poco, se enamoró de este deporte y se consolidó como un gran prospecto. Desde los once años, jugó contra adultos y en su primer partido anotó 6 puntos.
Al poco tiempo, emigró con Armadillos para jugar el proceso de Olimpiada. En la fase estatal, como equipo no obtuvieron los resultados esperados, pero él recibió su primera convocatoria a la Selección.
Todo iba bien hasta que sufrió un problema en sus tobillos por el sobre peso y perdió su primer proceso de ON. Esto, no lo desmotivó, al contrario, siguió luchando hasta cumplir su objetivo.
Cuando tenía 14 años obtuvo el tercer lugar en la Liga Estudiantil jugando contra universitarios y un año más tarde fue reclutado por el equipo Gaseros para jugar en la Liga del Norte, considerada como semiprofesional. En su primera temporada tuvo buenos resultados y se convirtió en pieza clase.
Tal actuación, le valió ser convocado a la Selección Copa TELMEX por parte del profesor Guillermo Marcial y obtuvo un honroso segundo lugar.
Por si fuera poco, volvió a recibir la convocatoria rumbo a la Olimpiada Nacional y vivió la experiencia. A su regreso, se coronó campeón con el equipo Bad-Boys en la Liga Municipal y también con su escuela COBAC Prepa 24, pero en el Torneo Universitario y en el Inter COBAC.
En el 2016 alzó la copa en la Liga del Norte, fue seleccionado para jugar en la Región Carbonífera por varios meses y volvió a coronarse campeón en la Liga Municipal.
Su momento cumbre fue cuando estuvo con la Selección Coahuila en el Regional de la Olimpiada Nacional y fue el único convocado de Monclova. En la competencia, con sede en Tamaulipas hizo de las suyas, pero el resultado no se dio.
También participó en el Torneo CONADEMS con la Prepa 24 y se colocó entre los primeros lugares. Su calidad lo llevó nuevamente al semiprofesionalismo, esta vez en la Copa UVA, de Parras, Coahuila donde captó la atención de visores.
Fue el año pasado, cuando probó suerte en el try out de los Lobos de la UA de C y en el Centro de Estudios Universitarios de Monterrey, donde le ofrecieron una beca para integrarse al equipo. Algo similar ocurrió en este año, pero por la pandemia del Coronavirus se suspendió todo.
¿Qué es para usted el basquetbol?
“Es una pasión, un medio que me puede abrir muchas puertas tanto en lo deportivo como en mi carrera profesional. Es un estilo de vida que me gusta y disfruto”.
¿Cuál es el reto más grande que se ha enfrentado?
“Ir a otros Estados, trasladarme de madrugada. Normalmente yo era el único convocado por Monclova, entonces había que viajar. También en competir con personas muchas más grandes y fuertes que yo, y que tienen más experiencia, pero esto me sirvió mucho”.
¿Cuál es el partido que más recuerda?
“En el Latino de Saltillo, jugamos contra Universitarios, varios de ellos hoy son profesionales y les ganamos. Otro partido fue en la Liga del Norte, en un cuarto metí 4 triples, yo era el más pequeño en ese entonces”.
¿Cuáles son las Universidades interesadas en usted?
“Estaba citado en los try out de la UAL de la Laguna, UA de C de Saltillo y CEU de Monterrey, eran en este mes, pero ante la contingencia se suspendió todo. Estoy esperando nuevas fechas y sigo mi preparación en mi casa para llegar de la mejor forma posible”.
¿Qué carrera desea estudiar?
“Yo quiero estudiar Odontología, estoy indeciso entre Saltillo o Monterrey, sin embargo, estoy abierto a cualquier invitación de alguna Universidad, que me otorgue la oportunidad”.
¿Cómo se visualiza en un par de años?
Considero que, jugando para una Universidad, con muchos logros personales y deportivos. Seguir viajando como hasta ahora, conocer a muchas personas, tener experiencias inolvidables y tener grandes aprendizajes de juego.
