Contactanos

Coahuila

Un maestro muy especial

Dina Flores
Por Dina Flores - 15 mayo, 2017 - 02:03 a.m.

Para Alejandro es un privilegio porque es un sistema en donde las condiciones de estos pequeños son distintas y hay que guiarlos

CASTAÑOS, COAH.-Un maestro tiene la divina misión de educar, enseñar y despertar deseos de superación en el corazón de sus alumnos, es un Apóstol de la educación y lo es para siempre por que su misión nunca termina.

Para ser un excelente maestro se requiere tener vocación o nacer con ella y ese es el caso del Psicólogo Alejandro Martínez Torres, quien ha trabajado por espacio de diez años con niños especiales en el Centro de Atención Múltiple Número 33, lo que es un honor para él desempeñarse en esta área, pues tanto el trato como el sistema aplicado a los niños es el utilizado en la Unidad de Servicios de Atención en la Educación Regular, USAER en donde laboró un año.

Para Alejandro trabajar en un CAM es un privilegio porque es un sistema en donde las condiciones de los niños especiales son distintas, además de que ahí se presenta la oportunidad de aportar algo de sí mismo en el desarrollo de ellos. En contraste también vive experiencias tristes, esto es parte de lo multifactorial.

Psicólogo general actualmente especializándose en Psicoterapia Psicoanalítica que le ha permitido comprender las diferentes capacidades de los niños, además para conocer más a fondo situaciones como es el caso del Autismo, este es un ser con una condición neurológica distinta, no tiene un origen definido o comportamiento condicionado, sin embargo todo se puede favorecer con la relación ya que, “más que lo que pueda aprender el niño recordará como lo hiciste sentir”.

Esto demuestra que se puede esperar mucho de ellos pero en base a una buena relación.

La comprensión de la familia y la sociedad son básicos para su desarrollo y narra que la llegada de un niño especial a la familia es el inicio de vivir un duelo porque no es el niño esperado, el duelo es por el niño idealizado que nunca llegó.

Esto es comprensible de parte de los padres pero de ahí a tratarlos como niños indefensos que no pueden hacer muchas cosas limita su desarrollo, por ese motivo constantemente se habla con los padres de familia para que permitan que sus hijos especiales estos reciban un trato normal e igual a los demás evitando la sobreprotección. Y que esto último impide que sean ellos mismos.

En cuanto a las barreras externas, en esto participan tanto los padres de familia como los maestros, ambas partes son sometidas a pláticas de concientización y preparación para que apliquen las estrategias adecuadas que repercutirán en el desarrollo del niño especial.

Respecto al control de los impulsos el entrevistado dijo que a todo niño se le dificulta tal cosa pero la buena relación con los padres ayuda a regular, aunque se den casos esporádicos de que el deseo de hacerlo lo rebase y lo haga, esto se llama hedonismo que se acentúa más cuando cuenta con el apoyo de sus mayores al dejarlo hacer lo que quiera pero que a futuro resultará perjudicial.

En el CAM existe una autoridad semejante a la de casa y esa la representa el maestro, quien cuando se siente rebasado se frustra pero es parte del proceso de aprendizaje. No es autoritarismo simplemente es un proceso que se gana con la relación.

Las condiciones de los límites muchas veces son avasalladoras en los niños que no tienen los recursos emocionales para entenderlo y lo ven como amenazante, también los hay que toleran los límites con ciertos recursos represivos.

La sobreprotección no es amor para un niño con discapacidad, esta tiene matices de agresión, porque el mensaje de esta acción le dice que es una persona limitada y esa es una grave agresión. El amor está sustentado en la capacidad de la familia, en este caso de la madre de ver la autonomía e individualidad de su hijo, si este llega a generar una identidad con discapacidad, algo muy elaborado puede establecer una identidad y una postura ante esta condición, pero gran parte de esto se logra con amor y aceptación de parte de los familiares.

Es comprensible los actos de desesperación a los que acuden los padres de familia cuando tienen un hijo especial, después de visitar a médicos especialistas siendo estos los curanderos, la magia etc., pues pasa mucho tiempo antes de aceptar que tienen un hijo especial pero se han dado casos que la resignación nunca llega” dijo el entrevistado.

Los casos más complejos a los que se ha enfrentado Alejandro son aquellos dond e los niños no integran la autoridad, con ellos se tiene que trabajar mucho, para ellos no hay quien los contenga, aclarando que el CAM no es plantel que concentre solo los buenos modales, mas allá de que el maestro promueva la autoridad es una manera de darle al niño, algo que no le da la biología, una introyeccion o internalizar las normas y reglas sociales, de lo contrario andará por la vida haciendo lo que le plazca.

Al respecto dijo que la escuela es estructurarte, en este aspecto el trabajo del maestro es determinante, para trabajar en factores de crianza, relación con otros niños etc.

En los diez años de trabajo Alejandro ha manejado muchos casos de niños especiales pero hay algunos que marcaron su vida y los tiene presentes como fue el del niño Cristian (nombre ficticio).

Un niño con cierto grado de autismo, pero en específico es que tenía cierta investidura hacia los objetos externos, es decir que no logra simbolizar, tiene apegos pero solo para subsistir, como es el caso de la comida.

“Cristian de siete años estaba muy angustiado porque su jugo de cajita no tenía popote como todos los demás y el no se lo podía tomar. Para él, el popote representaba toda su vida. Me llevé al niño a buscar un popote en el patio de la escuela y cuando lo encontró le dio una gran alegría que pocas veces expresa un niño autista, lo lavamos y le dio la funcionalidad que quería, eso le dio la oportunidad de confiar en el maestro”.

Esto es, dijo el Psicólogo, una sintonía entre el maestro y la relación con el alumno, este último sabía que su angustia era compartida y derivado de eso tendría que haber buenos resultados.

Comenta que la Normal Especializada prepara a los maestros para la Educación Especial Académica, pero debe haber una formación emocional extra para entenderlos mejor, pues ver a un niño que babea, que no controla esfínteres, pudiera resultar estresante para una maestra obsesiva por el orden y la limpieza, esto le va a generar un schock porque los niños son todo lo contrario, desorden y descontrol.

“No dudo de la capacidad de los maestros que también tienen sus problemas, su historia, sus hijos, pero si estos se someten a psicoterapia sería excelente para el bien de amabas partes” comentó Alejandro.

Dijo que las experiencias en el hogar en ocasiones no son tan estructurantes, en la escuela se le da la oportunidad de que lo sea, siempre y cuando el factor buena relación se unan. “Yo prefiero a un niño que no sepa leer y escribir pero que no esté en la cárcel en la vida adulta” y eso se logra con una relación de transferencia de padre- maestro.

Nuestros niños con necesidad de apego en el hogar se reeditan con el maestro en la escuela y si este responde en la medida de la exigencia del niño, el resultado será exitoso.

Alejandro Martínez Torres tiene el sueño de consolidarse como Psicoterapeuta Psicoanalítico y acercar estas especialidades por medio de conferencias a la población, además de seminarios de investigación, coloquios, simposios además de atender en su consultorio particular a quien lo solicite. Sin embargo los niños especiales siempre serán parte importante en su vida.

Más que lo que pueda aprender el niño, recordará como lo hiciste sentir”

Alejandro Martínez Torres

Maestro especialista

Nuestros niños con necesidad de apego en el hogar se reeditan con el maestro en la escuela, y si este responde en la medida de la exigencia del niño, el resultado será exitoso"

Alejandro Martínez Torres

Maestro especialista

Su sueño.

 Consolidarse como Psicoterapeuta Psicoanalítico y acercar esta especialidad por medio de conferencias, seminarios de investigación, coloquios, simposios, etc., a la población.

Sin embargo los niños especiales siempre serán parte importante en su vida.

      Artículos Relacionados