CIUDAD DE MÉXICO
Es puntual. Llueva o truene, Chava, no se pierde una clase; siempre con los libros bajo el brazo, una peculiaridad que no pasó desapercibida por sus compañeros, quienes hicieron la ‘vaquita’ para comprarle una mochila.
La colocaron donde suele sentarse para darle la sorpresa… Y vaya que tomó por sorpresa a Chava, que el día que entró al salón y vio la mochila con un mensaje, se sentó en otro lugar, mientras sus compañeros lo observaban.
¿Qué pasa Chava? ¿Leíste lo que dice en la hoja?”, preguntaron al joven de 19 años que no entendía qué estaba pasando.
De parte de tus compañeros de la sección 18, te regalamos esta mochila, esperamos sea de tu agrado”, se podía leer en la hoja de cuaderno.
A Chava se le hizo un nudo en la garganta y las lágrimas surgieron… “No llores, Chava”, con un abrazo lo arroparon sus compañeras.